Correr y finalizar un maratón, aunque sea como el más
popular de los populares, no es solamente y simplemente correr 42 kilómetros y 195 metros un día
determinado a una hora determinada y ya esta, como si de un partidillo de
fútbol entre amigos se tratara, no, no solamente se trata de eso, tras esa
decisión de correr un maratón y culminarlo hay muchos días de esfuerzo y
sacrificio, muchos entrenamientos duros, con climatologías adversas, casi
siempre en solitario, algunas veces sin apenas ganas de entrenar, perdiéndose
momentos entrañables con familia o amigos, etc., etc.
Pero para los corredores populares o runner’s es lo máximo,
terminar un maratón y cruzar la línea de meta tras recorrer los 42 y pico con
el esfuerzo que ello conlleva, es un premio que minimiza y mucho todo lo
anterior dicho.
Y eso es lo que sentí yo al cruzar la línea de meta, situada
en el estadio “olímpico” de Sevilla, toda una explosión de sentimientos y
sensaciones que solo puede saber el que ha experimentado antes esta sensación.
A las 8:15
de la mañana del domingo me separaba de Jorge y Ángela, que junto con Virginia
son mis máximos sufridores, que no los únicos, pero esta vez solo me
acompañaron los dos, el ambiente era fenomenal dentro del estadio, mientras nos
preparábamos para la gran cita, ya a cerca de las 9 estábamos todos listos,
mientras el humor andaluz hacían que el momento de nervios se hiciese mas
ameno, (er Pistorius da la salida, no pisssa) y el lesionado Martín Fiz hizo
los honores.
Ya en la salida y primeros kilómetros empecé a sentir buenas
sensaciones, pero mi experiencia me decía que un maratón es muy largo y todo
puede cambiar en cualquier momento, por lo que decidí ser conservador y
marcarme un ritmo de 4’08” a pesar de ir cómodo, en el km 15 empecé a tener
unos pequeños problemas en el cuadriceps izquierdo, ya arrastrados de la última
semana, y continué reservando fuerzas, por si acaso.
La media maratón la cruce en 1:27: 12, a un ritmo similar a mi último maratón 4’08”, y
en un grupo de 14 ó 15 componentes que cogí en el km 12 y que me ayudo mucho a
marcar el ritmo, siempre protegido, pues me coloque en medio.
Ya en el km 25 las sensaciones y las pequeñas molestias seguían
igual, intactas, y continuaba en el grupo, bastante cómodo, disfrutando como
nunca de una maratón, por un recorrido bonito, llano y con bastante animación,
pues la organización, creo con bastante acierto lo cambió por el centro de la
ciudad hispalense.
En el km 32, empecé a pensar en arriesgar un poco, pero la
experiencia que tuve en el maratón de Valencia hizo retenerme y continuar con
el grupo, eso sí, aumentando un poco el ritmo y poniéndome a tirar en cabeza
para marcarlo, lo que hizo que el grupo se quedara en 5 ó 6 componentes que
fuimos relevándonos hasta el km 37, donde me dí cuenta que el “muro” solamente
era el de la catedral de Sevilla, por el cual discurría la carrera por
entonces.
A partir de aquí empecé a arriesgar y a correr a tope de mis
posibilidades, quizás un poco tarde, pero eso lo digo ahora, e hice cuatro
kilómetros por debajo de 4 minutos lo que me hizo adelantar un montón de
corredores, bajar la media a 4’06”, y llegar a meta como un tiro, entrando en
el estadio en los últimos 300
metros haciendolos a un ritmo de cómo una serie se tratara,
cruzando la línea de meta y parando el crono en un tiempo real de 2h53’23”, por
lo que baje mi marca en 1’44”, y lo que es mejor, llegue con unas sensaciones
excelentes, corrí la segunda media maratón 1 minuto por debajo de la primera, y
disfruté de una maratón como nunca, sin tener ni en un solo momento dificultades
o malas sensaciones por lo que correr
esta maratón en Sevilla a sido una maravilla.
La conclusión es que ha sido una maratón muy positiva, en la
que he batido mi marca personal sin buscarla, pues pretendía hacer una maratón
comoda, eso sí, por debajo de las tres horas, pero sin creer que podría hacer
este tiempo, para no llegar tocado a mi próxima cita, la preparación ha sido
diferente, quizás eso haya ayudado, o que todas las circunstancias eran
favorables, circuito, temperatura, aire, presión de no ir a por marca etc., pero estoy muy
reforzado y contento de cara a proximas citas.
Decir que esta maratón se la dediqué a mi hija Virginia, que
no estuvo allí presente, pero me acordé mucho de ella, al igual que de Manuel,
pues aquí fue mi debut hace ya tres años y cruce la línea de meta con la
bandera del club junto con él, lo que también recordé nada más pasar la línea
de meta.
Hola Kino, menuda marca te has marcado, junto al amigo Gabriel de mi pueblo. Yo como puedes imaginar fui un poco mas lento, pero estoy contigo en todo lo que conlleva correr un Maraton, antes de la carrera.
ResponderEliminarNos vemos en otra, un saludo del Km0
Tu tambien lo hiciste fenomenal, que todo lo que sea finalizar un maraton no es moco de pavo, ademas tocado como fuiste tiene aun si cabe mas valor. Tu paisano Gabriel, me dejo en le 12 y luego pago las consecuencias de ser valiente y no prudente en un maraton.
EliminarUn saludo
buena crónica si señor, enhorabuena por tu segunda maratón.
ResponderEliminarHerminio de Infantes (c.real)
Muchas gracias Herminio, pero es mi septima maratón, eso sí, la segunda en la bonita ciudad de Sevilla
Eliminar¡Enhorabuena! Y recuerda que no hay dos sin tres. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, seguro que ire mas veces a Sevilla, es una ciudad bonita al igual que su maraton
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