jueves, 23 de octubre de 2014

MARATON ES MARATON

Antes de la salida
Como habréis leído en la crónica anterior el domingo 19 de octubre se celebró en Ciudad Real la edición número 19 de la llamada Maratón de Castilla-La Mancha (Quixote Maratón), también la cuarta edición de la media maratón, que tiene la salida paralela y que los organizadores acertaron a la hora de organizarla, pues anima un poco más la solitaria poco concurrida maratón, pero ¿maratón de patines?, si, maratón de patines, con el mismo recorrido, solamente 10 minutos antes de la salida del maratón se dio la salida a esta prueba que sin duda alguna, y bajo mi punto de vista es un desacierto a todas luces, varias caídas, continuas molestias entre corredores y patinadores y situaciones de riesgo que gracias a dios no se tradujo en nada peor que unos cuantos patinadores en el suelo con algunas lesiones.
Salida maratón de patines
Los organizadores sabrán si les compensa esta maratón de patines paralela, unos 60 fueron los patinadores que llegaron a meta, pero yo creo que no se debe mezclar este deporte con la carrera de fondo, y si se hace, intentar que no coincidan en el circuito corredores y patinadores, que ya es difícil.
Primeros compases
En otro orden de cosas y dicho esto, que no quería dejarlo pasar en este blog, voy hablar de la jornada que pasé mencionado domingo en Ciudad Real, pues a primeros de año era una fecha marcada de rojo en mi calendario, donde tenía previsto correr la distancia de Filípides, y es que esta maratón que he disputado dos veces, le tengo cierto cariño, a pesar de lo solitario y poco divertido del recorrido, pues es la maratón de mi tierra y eso tira mucho.
Intentando llevar a Manoli a el ritmo previsto
Aunque la lesión va remitiendo, el estado de forma iba a ser una incógnita para hacer esta maratón, por lo que decidí inscribirme en la media maratón y así compartir kilómetros con los maratonianos.
¡ Vamos Manoli !
Aunque he corrido durante el mes de septiembre y octubre 3 medias maratones, un diez mil y un duatlón, quería sumar una más para ir sumando kilómetros, no al 100% pues, ninguna de las carreras disputadas hasta el momento después de la lesión lo he hecho pero si a un ritmo alegre, por lo que decidí acompañar a Manoli Ruiz, hacerle de liebre para que intentara bajar su marca, esta vez homologada.
Al mismo paso, a la misma zancada
El ritmo calculado a seguir era de 4’06” y así lo iba marcando, e incluso un segundo más rápido hasta el kilómetro 14 que Manoli me dijo que el psoas le dolía mucho y le subía el dolor a la cadera por lo que tuvimos que reducir el ritmo mucho y por supuesto la marca se nos fue, Manoli sufrió y logró finalizar tercera pero el tiempo fue de 1:28:45, lejos de nuestras pretensiones, aunque así creo que vi una espléndida carrera de Manoli, pues supo sufrir para lograr esa meritoria plaza y tiempo, mencionar que en todo el recorrido, no encontramos ni un solo punto donde nos facilitasen Reflex o un analgésico similar, por lo que en un maratón creo que es un fallo de bulto.
Fenomenal atleta, mejor persona, Manoli
Descansé unos diez minutos y decidí buscar a Narciso y Paco, los dos corredores del C.A. Membrilla que se atrevieron con los 42 y pico, como así al principio les prometí,  y así hacer una tirada larga que me sirviera para coger fondo, también adentrarme en los kilómetros finales de un maratón, algo que puede resultar fascinante si se va medianamente descansado.
Llegada a meta en la media maratón
En el kilómetro 28 encontré a Narciso, y si la cara es el espejo del alma, Narciso no iba nada sobrado, ni cómodo, sin duda a pesar de los consejos, había salido demasiado fuerte, quedaba un mundo y como bien saben los maratonianos el maratón realmente comienza en el kilómetro 30 ó 32.
Acompañando ahora a Narciso allá por el kilómetro 29
Los ritmos de Narciso eran próximos a 5’ el kilómetro, no había grupos, solamente corredores sueltos cada uno a el ritmo más cómodo para cada uno, era puro maratón, en el kilómetro 30, la mujer de Narciso, Jesu, nos dio isotónica y un plátano que poco a poco fui facilitando a Narciso,  pues él no estaba para muchas florituras, el ritmo iba decayendo a pesar de adelantar algunos corredores, eran más los que nos adelantaban a nosotros, los ánimos no faltaban, pero Narciso no iba suelto, por lo que le recomendé que parase a andar unos metros para recuperarse y así lo hizo, ánimos y más ánimos del escaso público, pero sobretodo de los corredores que nos sobrepasaban, Narciso tras unos 300 metros andando vuelve a retomar el ritmo, ahora ya entre 5’45” y 6’ el kilómetro, yo le facilitaba agua, se la echaba incluso por encima para mitigar la temperatura reinante, animándole, pues nuestro Narciso hoy no tenía su día, pero como gran competidor quería finalizar la prueba reina del atletismo, yo cada vez que le miraba a la cara veía a un atleta al límite y la verdad temía un desfallecimiento, pero él a pesar de ir al límite sabía lo que hacía, ahí me volví a dar cuenta de que el MARATON ES
MARATON, y no es que haya que tenerle miedo, pero sí mucho respeto y por supuesto haberlo preparado concienzudamente si se va a correr a un ritmo cerca de tu límite.
Narciso con sufrimiento a vencido de nuevo la mítica distancia
Después de dejar a Narciso, a 600 metros de meta y asegurándome que llegaría con una marca sobre 3h35’, me di la vuelta a buscar a Paco, que tenía previsto acompañarlo durante más kilómetros, pero las circunstancias mandaron y tan solo lo puede acompañar un par de kilómetros, pero Paco después de cruzárnoslo en el kilómetro 32, sabía que iba bien, dentro de su ritmo, y a pesar de ello me comentó que pasó por el tabique, pues no llegó a ser muro, pero que lo superó bajando un poco el ritmo, por lo que de nuevo se demostró que MARATON ES MARATON, y aunque creas que vas bien incluso en el kilómetro 32, la grandeza de esta distancia hace que el cuerpo llegue a un límite y requiera un sobresfuerzo que es lo hace que la prueba olímpica sea lo que es.
Paco a su paso por el kilómetro 29
Paco finalizó la maratón haciendo MMP, dejándolo en 3h50”, lo que sin duda es un grandísimo mérito, pues los más de 100 kilos de peso fueron transportados por nuestro Paco a un ritmo inferior a 5’30” el kilómetro durante los 42.195 metros que se dice pronto, y lo que es mejor al contrario de Narciso, finalizó con buenas sensaciones lo que podemos traducir a las dos caras del maratón, amén de que ningún maratón es igual y que cada vez que nos ponemos detrás de la línea de salida, por muchos que hallamos finalizado, cada uno es diferente.
Paco posa orgulloso con su merecidísima medalla
Por mi parte decir que recorrí una media maratón a un ritmo de 4’12” que debe ser el ritmo aproximadoque seguiré en la maratón de Castellón, y luego añadí unos 19 kilómetros más a ritmo superior a 5’, pero que supuso un total de 40 kilómetros, por lo que estuve a punto de completar una maratón, y salí reforzado, pues después de mi lesión es la tirada, con diferencia, más larga y apenas tuve unas pocas molestias, que creo que es normal.
Con las dos Manolis, dos cracks
También aprendí y viví en mis carnes los ritmos inferiores a los que suelo correr, me di cuenta, de que cada participante en un maratón tiene un objetivo y la mayoría se esfuerza por conseguirlo, y aunque no es cosa nueva, personalmente doy más valor a la gente que termina la maratón sobre las 4 horas que a los que la terminan en poco más de 2 horas e incluso en 3 horas, pues el esfuerzo y la ilusión es mayor, a sabiendas que su trofeo máximo será su propio reconocimiento personal y satisfacción por lograr su reto tras un trabajo y entrenamiento que seguro cuesta más que a los atletas élite, pues la mayoría son padres o madres de familia, tienen trabajos y preocupaciones más allá de su hobbie, tienen que mantener una casa con sus problemas, no tienen un cuerpo y facultades tan especiales para correr  y además entrenan duro para conseguir un reto que les haga sentir realizados y recompensados, por lo menos en su afición, por eso y sin duda alguna, MARATON ES MARATON.

1 comentario:

  1. Maratón es Maratón, de principio a fin, exigente, duro, y que requiere lo mejor de nosotros mismos, durante la preparación como el día "D", no es algo para tomárselo a la ligera. Estoy de acuerdo, hacer un maratón para cuando no tenemos ni la clase, ni la edad, tiene mucho, pero que mucho mérito, y son dignos de reconocimiento tal y como tu lo haces en tu blog, ¡gracias por la parte que me toca!.

    Saludos, Emilio Díaz.

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