LA ELECCIÓN DE UNAS ZAPATILLAS PARA CORRER

Con la futura adquisición de unas nuevas zapatillas, las cuales deben sustituir a unas buenas pero ya viejas que pronto debo jubilar,  me he dado cuenta lo complejo que es a veces elegir unas buenas zapas, que nos gusten y que nos den un resultado esperado y nos sintamos cómodos con ellas, sin duda puede ser una decisión el decantarse por una u otra ardua y concienzuda.

Hoy voy a escribir sobre el tema de elegir bien unas zapatillas adecuadas a cada persona y objetivo, en este caso el mío, pero que bien puede valer para cualquier persona.

Lo primero que debemos saber al elegir una zapatilla sin duda es el tipo de pisada que tenemos, pues hay tres tipos de ellas, pronador, neutro y supinador, eso no lo dirá un buen podólogo o en su caso alguien especializado en el análisis de nuestra pisada.

Una vez sabemos el tipo de pisada que tenemos, debemos contar con nuestro peso, pues no es lo mismo una persona que pese 65 kgs que una que sobrepase los 100 kgs, sin duda las zapatillas de esta última persona serán con más protección.

Lo siguiente sería el uso que le vayamos a dar, bien puede ser para salir dos días en semana con poco kilometraje en esas salidas o 6 ó 7 días en semana con un gran volumen de kilómetros.

También tendremos que ser conscientes del tallaje, pues siempre es aconsejable que queden un poco grandes, pues la dilatación del pie tras unos cuantos minutos hacen que se ajusten totalmente, y por supuesto no olvidarnos si usamos plantillas correctoras, que de ser así la zapatilla siempre debería ser neutra.

Lo siguiente sería el tacto, duras o blandas, pero aquí es cuestión de gusto, aunque los más entendidos y creo que con total acierto recomiendan una cosa intermedia, ni con amortiguación demasiado dura, ni con amortiguación demasiado blanda.

Una vez que hemos tenido esto en cuenta, ahora hay que elegir si las queremos para solamente entrenar y hacer rodajes, para competir, o por otro lado las queremos para ambas cosas, también si las queremos para competir en asfalto o montaña, sin olvidarnos del tartán que en este caso serían unas zapatillas de clavos, al igual que en los croses.

Ahora teniendo medianamente claro el tema, comenzaremos a probarnos zapatillas y ver cual nos encajan y se ajustan a nuestros deseos, siempre a primera vista y a primera prueba, aunque siempre hay opiniones de todo tipo por aquí, es decir por internet.

Posteriormente habrá que mirar otras cosas que son menos importantes, pero que normalmente ponemos en primer lugar, cosas como son el color, el precio, la marca, el modelo…

Bueno, como vemos a groso modo, esto de elegir la zapatilla adecuada parece un acto harto complicado, y creedme que a veces lo es, en mi caso y aunque parezca exagerado tengo 4 zapatillas, más las de clavos al “retortero”, pues tengo dos de entrenamiento, dos zapatillas que alterno para los rodajes cortos y largos y para las cuestas, son las de batalla y suelen ser las que más kilómetros duran, normalmente por encima de 1.000, me gusta tener dos pares de este tipo pues un podólogo así me lo aconsejó, deben de ser de distinta marca para que el pie no se acostumbre y “envicie” solamente a una horma, así evitaremos en la medida de lo posible futuras lesiones.

Luego tengo unas mixtas, unas zapatillas que como su nombre indica valen para todo, yo personalmente las suelo usar para cuando toca rodajes alegres, series, y para competir en medias maratones y maratones, tienen una importancia especial, pues ellas son las que tiene que llevarme cómodo y a gusto en la mayoría de mis competiciones, están suelen durar algo menos, pues tienen menos amortiguación, yo normalmente les suelo hacer más de 800 kilómetros, pero según veo el desgaste, pues hay marcas y modelos que son menos duraderos que otros.

Luego tengo las “voladoras”, son unas zapatillas que por sus características de poco peso y poca protección, además que están diseñadas para una técnica exquisita y su máximo rendimiento son a ritmos fuera de mi alcance personalmente las usos poco, muy poco, pero son ideales para distancias inferiores, como mucho 10k, pero no siempre, quizás para croses donde no se puede usar clavos y para hacer alguna serie espectacular a ritmo alto.

En el mismo “saco”, digámoslo así, están las zapatillas de clavos, estas también solamente las uso ocasionalmente, alguna competición en pista o algún cross que las requiera, pues aunque las hay de pista y de cross, yo tengo unas que valen para las dos cosas, simplemente con un cambio de clavos.

En otro apartado estarían las zapatillas de montaña, sin duda es otro mundo, un mundo que aún no tengo muy investigado, aunque al igual que en el asfalto hay zapatillas de entrenamiento, mixtas, y rápidas, también las hay con membrana para el agua, o sin ella, sin duda una gran variedad de zapatillas.

Bueno, tras hablar algo por encima de la ardua tarea de elegir una zapatilla, seguiré buscando cual puede ser la adecuada para sustituir mi “antigua” zapatilla mixta, creo que por consejos y opiniones de internet, que suele ser una buena base, cambiaré de marca, también porque la nueva tecnología boost de adidas me está dando buen resultado en las zapas de entreno, y quizás pueda ser una buena opción, aunque dentro de las mixtas hay varias competidoras en la misma marca, ahora buscaré probármelas en alguna tienda, y posteriormente buscar el mejor precio posible, o alguna oferta interesante y si no es mucho pedir a ver si puedo conseguir el color deseado, aunque como he dicho antes, eso sería lo de menos.

Como podréis ver, la elección de una zapatilla puede llegar a ser complicado, pero también puede ser muy fácil, pues hay varias páginas especializadas que te lo dejan muy claro, y con la experiencia que vallamos adquiriendo cada uno puede ser tan normal como ir a comprar una simple camiseta.