lunes, 9 de abril de 2018

FIN DE SEMANA INTENSO. UN "MILKI" Y LA CARRERA DEL PORVENIR MIS DESTINOS.


Abril ya está aquí, estamos a menos de 15 días de mi siguiente objetivo, el maratón de Madrid,  y aunque no lo estoy preparando específicamente, nunca hay que ponerse en una línea de salida de un maratón sin una mínima preparación, en este caso la preparación ha sido muy diferente, pues el carácter con el que me voy a tomar este maratón es más tranquilo y me he centrado en coger algo más de “chispa” y hacer menos kilometraje.
Con las mismas, este fin de semana ha sido intenso, y si normalmente esta semana era una semana cargada de kilómetros, entrenando a pocos días del maratón con una tirada larga el fin de semana, esta vez ha sido diferente, pues me lo he tomado en modo competición, y tanto el sábado como el domingo hemos estado compitiendo y cogiendo ritmo, algo a lo que las piernas no están acostumbradas, y sin duda lo han notado.

Seguro que no ha sido lo más ideal, pero es que este sábado se celebraba junto con el campeonato provincial Sub18 un control de marcas en la pista de Ciudad Real, en este caso un 1.500, y donde mi amigo compañero de entrenamientos, Manuel le venía de perlas para su próximo objetivo, no obstante en 8 días estará disputando el campeonato de España de milla en categoría Master, por lo que me dije, ¿y por qué no?, así que me inscribí y decidí probarme yo también, pues hacía mucho tiempo que no hacía pista y esta era una buena ocasión, y aunque soy consciente de que no preparo estos ritmos, no es mi distancia, y quizás no venga muy bien para mi preparación, me apetecía correr ese 1500.
Para mí, esto es otra historia, y aquí en esta distancia se corre muy, muy rápido, ritmos a los que no estoy familiarizado y además Manuel, no pudo asistir por problemas de salud que espero pronto se le pasen, por lo que la motivación ya no era la  misma, pues la idea era intentar aguantar su ritmo lo máximo posible.
Tras un breve calentamiento me puse en la línea de salida quedándome solo a las primeras de cambio, sin encontrar ritmo cómodo y sin sentir que lo estaba dando todo a pesar de ser una distancia explosiva, llegando a  meta sin haberme vaciado y lejos de mi mejor marca de hace ya unos años, al final 4’53”, corriendo a 3’15”, pero advirtiendo al final que las pulsaciones no habían subido de 140 lo que sin duda creo fue el motivo de mi bajo rendimiento en una distancia que además no es la mía.
El domingo tenía otra competición, esta vez más acorde con mis ritmos, aunque tampoco sea mi distancia preferida, era un 10K, en Alcázar de San Juan, en su ya tradicional carrera del Porvenir, que aunque este año no pertenece al circuito se sigue celebrando con aunque con menos  éxito de participación, con un duro y diferente circuito renovado, pues había que subir a sus molinos de viento, en una cuesta dura y empinada, aunque lo más duro, al menos para mí, era bajarla, pues al ser tan repentina corres el riesgo de lesión y bajas en el miedo en el cuerpo para que esa circunstancia no ocurra.

Desde el pistoletazo de salida me vi inmerso prácticamente en el grupo delantero y el ritmo no era muy fuerte pero el recorrido era duro, por caminos de tierra, pesados por las últimas lluvias y con constantes toboganes, unido a la subida a los molinos, también la bajada y siguiendo con constantes subes y bajas hasta prácticamente el km 8 que ya fue dentro de la localidad, y se hicieron más cómodos aunque ya las piernas no iban tan frescas y se hicieron también duros, hasta completar los 10.500 metros que al final tuvo de recorrido la prueba.
Al final conseguí una sorprendente 8ª plaza de la general y 2º de mi categoría de veteranos, con un tiempo de 40’16”, a ritmo de 3’54”, con sensaciones, hoy sí, de haberlo dado todo y haber disfrutado, aunque sufriendo en algunos momentos, lo que cierra un buen fin de semana.


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