RESUMEN DEPORTIVO AÑO 2020. UN AÑO CASI PARA OLVIDAR, CASI.

 

Si el año pasado a finales de este mes redactábamos un amplio resumen de la temporada, este año será escueto, un año atípico y sin prácticamente competiciones, que si bien iniciamos con mucho brío y buenas marcas, se diluyó de manera fulminante con la aparición del dichoso COVID19, y terminó de rematar con una inoportuna lesión de rodilla allá por el mes de junio, dejándome k.o. más de cinco meses, y que de hecho aún no estoy recuperado del  todo y aunque voy dando zancadas, y creo que la recuperación total irá para largo.La temporada comenzó con el año, ha sido la primera temporada que ocupa el año natural, con la modificación de la RFEA, si bien este año que hubiese sido olímpico no pasará como tal y si por la dichosa pandemia que a todo el deporte ha afectado.

Cerramos el año en la San Silvestre de Membrilla, logrando hacer una marca de 17’07” en los 5K en ruta (MMP) en el rápido y animado circuito, algo que nos valió para subir al podio como segundo en M45, una gran satisfacción para cerrar el año.

En enero y en plena preparación a los dos objetivos iniciales del año, corrimos la III edición del Maratón de Almagro, corriendo varios kms con Ángela, y logrando bajar de las 3h30’ a pesar de ser un maratón en forma de entrenamiento.

El primer objetivo serio llego el día 2 de febrero con la disputa del campeonato de España de media maratón, absoluta y máster, en el Puerto de Sagunto (Valencia), donde llegaba en un buen momento de forma y en el cual logre mi mejor marca en media maratón de siempre, 1h19’26”, logrando ser 18º, si bien me quedé un poco con sabor agridulce, pues perdí  una gran oportunidad para haber mejorado aún más esa marca, pero es que la competición es lo que tiene.

El 16 de febrero participamos en la Media Maratón de Valdepeñas, primera prueba del circuito de carreras populares, en un circuito homologado, donde no pudimos disputarla al 100 por 100, a pesar de ser campeonato regional absoluto de la distancia, así pues nos dedicamos a ser “liebre” con el globo de 1h30’,  pues la semana siguiente teníamos pendiente el segundo gran objetivo del año.

El último fin de semana de febrero nos desplazamos a Sevilla a disputar una vez más el maratón donde debuté en la distancia, allá por el año 2010, y de esa misma forma lo haría mi compañero de maratón, 10 años más tarde, José Carlos Infante, con el cual me comprometí para acompañar en su debut, un debut fantástico, pues la marca con la que cruzó o cruzamos la meta lo denota, 2h56’24”, sin duda un gran maratón donde disfruté de lo lindo acompañando a este gran compañero de zancadas, amigo y gran persona.

Entrabamos en marzo y la segunda prueba del circuito eran los 10K de Ciudad Real, esta vez en un circuito homologado, y aunque no había recuperado totalmente del maratón realicé una gran marca de 36’42”, por lo que el estado de forma era envidiable.

Fue la última prueba oficial que disputé este año, pues después vino la pandemia, el confinamiento, días encerrado en casa, haciendo variedad de deporte dentro de lo que se puede hacer en una casa, fortaleciendo en fin…

Cuando el confinamiento acabó empezamos con ilusión, los rodajes eran muy buenos y rápidos, también alternaba con ciclismo, pero me encontraba en un momento excepcional de forma, a pesar de los años, quizás era mi mejor momento desde hacía mucho tiempo, pero cuando mejor estás sueles forzar y quizás, eso fue lo que me hizo sentir una fuerte molestia en la rodilla, menisco, así pues paciencia y a intentar fortalecer y recuperarse.

Kilómetros y más kilómetros en bicicleta, un deporte que suelo practicar en verano, pero que este año se está alargando y mucho, pero también he pasado grandes momentos, con grandes amigos.

En septiembre fuimos probando a dar zancadas, pero en octubre tuve que desistir de nuevo y incidir en un nuevo tratamiento, mientras la bicicleta me quitaba el “mono”.

Noviembre y diciembre han sido meses que hemos ido aumentando los kilómetros, pero muy lejos de lo que antes hacía, por lo que cierro un año que se inició con grandes marcas y grandes esperanzas y ha terminado de una forma incierta, esperando que esa incertidumbre se despeje en este año que va entrar, tanto de manera deportiva como como el tema del dichoso COVID19. 

No quiero dejar en el tintero el cambio de club, al Grupo Virgen Del Espino Membrilla Atletismo, grupo creado por unos cuantos amigos que queriamos o queremos tomar otro vehiculo en el mismo camino, para aliviar peso e ir todos más cómodos decisión que me ha costado, y que solo el tiempo  dirá si ha sido acertada o no.

En resumen, este año hemos competido en 2 MARATONES, 2 MEDIAS MARATONES y una CARRERA DE 10K, eso sí hemos logrado completar a lo largo del año unos 1.700 kms dando zancadas a pesar de estar lesionado y confinado gran parte del año, si bien, en bicicleta hemos logrado superar los 6.000kms recorridos, por lo que la actividad deportiva no ha sido "moco de pavo", al menos en mi nivel y los ritmos que me suelo mover, en este año tan atípico.

 

FELIZ 2021, SALUD Y KILÓMETROS.

CARTA DE DESPEDIDA

 A veces, que no siempre, te das cuenta que en la vida debes valorar a quien te valora, a quien te comprenda, a que te traten como tu tratas, y a dejar de lado a quien no lo hace, aunque otras veces intentas aguantar, pues la circunstancias hacen que creas que todo puede ser un error tuyo, hasta que definitivamente te atreves a dar el paso, acertada o desacertadamente, pero lo das, y te das cuenta que lo que parecía algo difícil y arriesgado, sea sencillo y normal, pues la vida continua y no se debe perder el tiempo en temas banales e ir a lo que de verdad merece la pena.

Cuando retomé el mundo del atletismo, comencé de nuevo hacer una cosa que siempre me había apasionado, correr, y me di cuenta que quizás nunca lo debía haber dejado, pero la juventud te hace probar cosas nuevas, y adaptarte a ciertos gustos que quizás no sean los que más entusiasmen, pero tampoco creo que fuese un error, pues disfruté de otros deportes junto con mis amigos, aunque con el tiempo volví a mis orígenes y con el boom de las carreras populares me volví a enganchar.

Comencé de nuevo en mi antiguo club, el ambiente era ideal para engancharse, y con muy poco me integré al 100 por 100 y me di cuenta de lo que en realidad me gustaba, algo que desde la infancia hasta la pubertad estuve practicando, pero sin duda ahora también lo saboreaba.

Fue pasando el tiempo, y mi pasión por el atletismo fue aflorando cada vez más, a la vez que por ciertas circunstancias, el ambiente ya no iba siendo tan ideal, y aunque dentro de mí ser lo echaba de menos, no me daba cuenta que se estaba perdiendo una parte importante de este deporte, y que las divisiones o restas, siempre son peores que las multiplicaciones o sumas, sobre todo si lo que dividimos o restamos son buenos momentos en gran compañía con excelente ambiente.

No, no voy a culpar a nadie, quizás el único culpable sea yo, por no saber adaptarme o no saber llevar de otra manera ese buen ambiente y luchar por él, pero lo que es cierto y verdad que, aunque tarde, me he dado cuenta que vale tanto o más hacer lo que te gusta rodeado de gente que disfruta contigo, que hacerlo con gente que no, aunque el interés o pasión por lo que te guste sea el mismo.

Debo y quiero agradecer todos los momentos pasados y todo lo recibido de este club, como atleta y como persona, pero hay que darse cuenta a tiempo que los ciclos pasan, y a veces una despedida o un hasta luego, es la mejor forma de agradecer lo recibido.

Casi nada es irreversible o definitivo, pero mientras estemos a gusto haciendo lo que nos gusta y no volvamos a tropezar en la misma piedra, será difícil volver donde antes hubo y ahora no hay, y máxime cuando algunas personas se han encargado de recordarme, mas de una vez, donde está la puerta de salida, y otras mostrarán su satisfacción y alegría tras esta decisión.

Atrás quedan grandes recuerdos, con grandes amigos y compañeros, que sin duda lo seguirán siendo,  quizás algún día seamos más tolerantes y se limen esas diferencias, que entre unos y otros hemos creado, que sumar y multiplicar venza al dividir y restar, pero de momento emprendemos un viaje, quizás en la misma dirección, pero por diferente recorrido y en diferente vehículo.

Como siempre, habrá multitud de opiniones, pero intentaré no guardar rencor a nadie, y a esos que sinceramente me han apoyado y comprendido, simplemente gracias, me duele y me ha dolido esta decisión, por lo que simplemente diré adiós amigos, o quizás, hasta luego.

SAN SILVESTRE DE MEMBRILLA, NO FALTAREMOS A LA CITA

 

Hoy, más de 40 años después, (que se dice pronto), aún tengo en la retina esas ediciones de la San Silvestre de Membrilla, una de las más longevas de la región, quizás la que más, 46 ediciones la encumbran, y no puedo olvidar muchas de sus ediciones, y en las que algunas de ellas participé de muy pequeño, incluso conseguí vencer en una ocasión, (si bien es cierto que no estaban todos mis rivales de antaño), recibir una medalla de oro, y presumir de ello ante mi padre, tras haber estado todo el día cogiendo sarmientos (sarmentando), en el campo, luego ir a ver a mi abuela y decirme ella que cuanto me habían pagado, jejeje, que tiempos....

Ahora con añoranza veo que esta edición, la que sería la 47, no se celebrará oficialmente, y es que el maldito COVID nos está haciendo de perdernos muchas cosas, pues lo primordial es salvar vidas, y ciertas decisiones, aunque duelan, son las que tienen que ser, pues en un país de refranes he de recordar este, “primero la obligación y después la devoción”.

Han sido 12 ediciones ininterrumpidas las que llevaba participando, más las 7 u 8 que había corrido en mi infancia y juventud, sumarían unas 20 ediciones disputadas y disfrutadas, con un ambiente inigualable, donde la adrenalina sube por las nubes, el numeroso público te lleva en volandas que  hace que vueles sobre el rápido circuito, por lo que este año siento que me faltará algo para despedir este 2020, y aunque he tenido la posibilidad de inscribirme en la Carrera del Pavo (Ciudad Real), que si se celebrará, no es lo mismo, y mi pueblo es mi pueblo y su San Silvestre es la nuestra, la que los aficionados membrillatos a este deporte nos gusta y añoramos.

En todos estos meses, he visto muchas alternativas, en nuestro deporte y en otros, de hecho el futbol sigue con su marcha e incluso voleibol, porque no vamos a poder despedir el año corriendo por las calles de Membrilla, ¿por qué?

Pues sí, el Club Grupo Virgen del Espino Membrilla Atletismo, quiere dar continuidad a nuestras ediciones de la San Silvestre y el día 31 de diciembre volveremos a despedir el año corriendo, al igual que celebramos nuestra carrera popular en verano extraoficialmente, lo haremos con la San Silvestre, porque a nosotros nos gusta correr, nos gusta nuestro deporte, y alternativas las hay, ¿porque no?, en el mismo circuito, o quizás por el iluminado y bonito paseo del Espino, con menos participantes, y quizás con nadie animando, respetando todas las medidas y recomendaciones, pero al igual que en la capital celebra su carrera del Pavo, o el Membrilla C.F. juega su liga de futbol, nosotros haremos lo propio con nuestra tradicional y longeva San Silvestre, y aunque no sea igual que en ediciones anteriores, la ilusión por correr por la calles de Membrilla el último día del año es similar a la de aquel niño bajito y rubio que hace más de 40 años corrió  por primera vez la San Silvestre de Membrilla.

Con la esperanza de que en años venideros volvamos a disfrutar del ambiente navideño y multitudinario de ediciones pasadas, el día 31  emplazo a los aficionados locales, cada cual a su ritmo y horario que cada cual determine, y respetando las normas de las autoridades, a disfrutar de su San Silvestre personal, nosotros los vamos hacer, porqué tu no?