miércoles, 17 de marzo de 2021

VOLVER A PONERSE UN DORSAL, NECESITAMOS LA VUELTA A LA NORMALIDAD!!!

Hace poco menos de un año publicaba en este blog una entrada titulada ¿CUANDO VOLVEREMOS A PONERNOS UN DORSAL?, bien, pues ya tocaba y ahora toca escribir sobre las sensaciones de ponerse un dorsal, en una carrera oficial, tras haber estado más de un año sin hacerlo, es algo especial, sin encima lo adornamos con que fue en un campeonato de España Máster y que la compañía fue inmejorable, es un hecho casi insuperable, es algo que en realidad se necesitaba, como tantas otras cosas que nos está privando esta dichosa pandemia.

No voy hacer crónica de lo sucedido el domingo, en esta entrada solo quiero expresar las sensaciones que se vuelven a sentir al poner de nuevo un dorsal tras tanto tiempo, lo que se vive los días previos a la competición, las horas anteriores y posteriores a cruzar la línea de meta, y aunque las circunstancias organizativas y algunas normas son muy diferentes a las de hace un año, volver a competir no ha cambiado.

He vuelto a sentir esos nervios previos días antes de la competición, cuidando los entrenos y las comidas, incluso incidiendo en los descansos, cuidando detalles y olvidados, he vuelto a dormir poco la noche previa, madrugar y levantarme con nervios pre competición, desayunar y viajar dirección al circuito, ir acompañado de mis compañeros, charlando de la que nos espera, llegar y recoger el dorsal, saludar a cuantos amigos hacía tiempo no veía, y empaparse del ambiente competitivo, disfrutar del momento, ese momento que tanto echaba de menos.

Colocarse en la salida, junto a rivales, amigos y compañeros, con nervios de un novato, y tras el pistoletazo de salida darlo todo, aunque no sea mi prueba favorita, ni la modalidad deseada, pero es llevar un dorsal, plasmar los entrenamientos, comprobar el estado de forma y como responde mi regenerada rodilla, llevar el corazón a tope y conseguir llegar a meta una vez más, la primera tras un largo periodo, sufrimiento y satisfacción a la par, aunque más de lo segundo, sin duda sensaciones muy esperadas y reconfortantes.

Cambiarse y volver a charlar con los compañeros, tomarse unas cervezas, celebrar la vuelta y volver a casa con una cara que hace tiempo no recordaba, cansado pero contento, hemos vuelto, y volveremos más veces, cuanto echaba de menos estas sensaciones, nos hemos perdido un año de todo este mundillo, pero la alegría de volver y esperar que esto vaya a mejor cura en parte esta circunstancia, esperar volver a más amigos corredores, en las distintas pruebas que se vayan celebrando invitan a seguir disfrutando de este deporte que me tiene enganchado, sin duda el domingo fue un día GRANDE.