Cuando apenas faltan tres semanas para la culminación de mi
siguiente reto, que no es otro que correr una maratón más, (en este caso la
maratón internacional de Donosti, en San Sebastián, que a su vez será campeonato
de España absoluto y veterano), he observado como cada cuerpo y cada persona es
diferente, el entrenamiento tiene que ser el adecuado para cada uno y saber él
o en su caso su entrenador lo que conviene hacer o no hacer en la preparación
tan ardua como es la distancia de Filípides o igualmente para cada objetivo o
distancia.
Va a ser D.M. mi 10ª maratón, y mi corta experiencia me dice
que una preparación a un maratón con un objetivo concreto debe ser minuciosa y
no a la ligera, pues se tenga o no cualidades, prácticamente todo el mundo
puede completar los 42 y pico.
Cada cual debe de ser realista y saber cual es su objetivo,
y así, será nuestra preparación. Algunos irán a por su primer reto de
conquistar la prueba reina del atletismo, otros irán a rebajar su marca del
anterior, otros irán a disfrutar a un ritmo menor al suyo haciendo turismo por
una ciudad determinada, otros a completar otra maratón más acompañando a algún
amigo, etc., pero para cualquier objetivo de estos, una maratón requiere una preparación
adecuada anterior de cómo mínimo pienso yo de 14 semanas, por supuesto teniendo
una base de este bonito deporte.
Yo personalmente, menos la maratón que hice este mes de
septiembre en la pista, todas he conseguido bajarlas de las 3 horas y este será
de nuevo mi objetivo, pues aunque un corredor competitivo siempre quiere
mejorar, yo soy de los que piensan que las marcas vienen solas y no hay que
obsesionarse buscándolas, yo mismo en el maratón de Sevilla de este año en el
mes de febrero, me propuse como en todas bajar de las 3 horas, incluso en esta
con más intención que otras, pues tenia en marzo el campeonato de Europa de
veteranos y no quería forzar más de la cuenta, sin embargo,”voilá”, tuve el día
tonto y dejé mi marca en poco más de 2h53’, lo que refrenda mi teoría, por lo
menos en mí caso, pues no a sido la única vez que he hecho marca sin buscarla.
El resultado final seguro que en la mayoría de los casos
viene de una preparación anterior, (la base y esas 14 semanas), a pesar de que
en una maratón a múltiples circunstancias que te pueden echar al traste una
buena preparación, pero que sin duda si no has planificado un plan de
entrenamiento real a tu objetivo, seguro, o segurísimo que no engañarás la
distancia.
He visto varios planes de entrenamientos y todos ellos
tienen su lado positivo y su lado menos positivo, pero lo que si esta claro que
un maratón debe de ser preparado compensadamente con toda clase de ritmos,
tiradas, técnica, o ejercicios de fuerza, todo ello en su porción adecuada, pues
creo que todos ellos son necesarios, auque siempre hay que volcarse a los
ritmos adecuados y a la distancia que se vaya a correr en este caso el maratón.
No es cierto o por lo menos así lo creo yo, que si vas a
correr un maratón llano no debas entrenar en cuestas, siempre se deben de hacer
de estas, pues nos fortalecerá mucho, o que si vas a correrlo a un ritmo de
4’15” no debes entrenarlo más rápido en las series,
o no debes hacer series cortas, a ritmos elevados, que por
otro lado nos darán ritmo y mejora, pues así las piernas se acostumbrarán a
gestionar mejor el lactato.
Creo que según sensaciones diarias o semanales, así debes
adaptar tus ritmos. Tampoco creo yo, que si vamos a correr a ese ritmo de 4’15”
no debas hacer tiradas de más de 25 kilómetros o por otro lado hagas tu mayor
tirada de más de 32
kilómetros y sobretodo, nunca hacerlas a una media igual
o superior a la de tu ritmo de maratón, pues yo pienso que unos 15 o 20
segundos más lento en estas tiradas es suficiente, eso si, siempre en progresión
y terminándolas a ser posible al ritmo objetivo o incluso mas fuerte.
También creo que el descanso es una parte primordial en esto
del maratón, pues los entrenamientos si no los asimilas es como si no hubieses
entrenado, y si bien hay veces que hay que entrenar cansado para competir
descansado, no siempre se cumple esta máxima, amén de llegar siempre descansado
al día D, pero si durante la preparación algún día no te apetece entrenar o
sales y no te van las piernas es mejor dejarlo y darte la vuelta o andar para
recuperarte y dejar que el día siguiente rindas bien.
Me hace gracia cuando me comenta alguien antes de una
competición que esa semana no ha entrenado y no estará bien, seguro que si no
esta bien no es por ese motivo, pues la semana previa a una competición nunca
es bueno machacarse, al no ser que no sea tu objetivo.
Soy partidario, de que si se puede económicamente,
participar en carreras de fines de semana, durante el plan de entrenamiento, lo
que no soy partidario es de disputarlas, creo que si se corren a ritmo de
entrenamiento, o un poquito más fuerte, el resultado es muy bueno, pues te dan
ritmo, disfrutas corriendo al lado de otros corredores a un ritmo cómodo que
hará de ese entrenamiento una verdadera gozada.
Interesante entrada Kino, tus comentarios y recomendaciones me parecen bastante sensatas y dignas de tenerlas en cuentas a la hora de preparar una competición de cierta entidad, ademas tu experiencia practica y resultados así lo avalan.
ResponderEliminarSaludos, Emilio.
Aúpa¡¡
ResponderEliminarMuy de acuerdo en casi todo lo que dices, salvo en el lo último.
Aunque yo no soy mucho de correr carreras durante la preparación, más que nada por que no me suelen cuadrar, creo que disputar alguna que otra carrera no está del todo mal, eso sí sin forzar lo más mínimo, fuerte por sensaciones, que el día D es el día D y es el día que de verdad hay que competir¡¡