Hoy me pongo frente al ordenador a escribir esta entrada a
sapiencias que mi situación la ha vivido, la vive y por desgracia la vivirá
mucha gente, que al igual que yo tiene en esto del running su verdadero hobby,
y que cuando algo te impide practicarlo durante mucho tiempo, llamesé lesión o
cualquier otra causa ajena a nosotros, te sientes frustrado e impotente y se te pasan
por la cabeza miles de pensamientos negativos, pero que a su vez, con la
fortaleza metal que solemos tener los corredores populares, luchamos para
intentar vencer esta otra carrera, y volver a disfrutar lo antes posible de
nuestra querida afición.
Esa misma frustración e impotencia, la solemos tener también
cuando preparamos un objetivo con mimo y esmero, sacrificamos muchas cosas y
nos esforzamos además de poner casi toda la carne en el asador para conseguir
este objetivo. Finalizar una carrera, hacer marca personal, nuestra primera
media maratón o maratón completa, algún trail e incluso ultra trail, algún
campeonato importante, etc., podrían ser dichos objetivos, que, normalmente, se
celebran en un solo día o una fecha determinada e hipotecamos toda esa
preparación de mucho tiempo a ese solo día, un día en el cual pueden pasar
muchas cosas, como no tener el día, la climatología, cualquier problema ajeno a
nosotros, o muchas cosa más que nos impidan conseguir nuestro objetivo.
Bien pues estos dos casos, que al igual que yo muchos de
vosotros lo sabéis, son frustrantes, sí,
son momentos de impotencia, sí, y se nos pasan muchas cosas por la cabeza, sí,
pero debemos aceptar que esto es parte del juego, es parte de este deporte y
prácticamente es parte de todos los deportes, es parte de la vida misma.
Debemos, aunque nos cueste, convivir y saber llevar los
momentos buenos y los momentos malos, debemos ser conscientes que nuestro hobby
conlleva esto, y que normalmente, y si no, no sería lógico, tenemos más
momentos buenos que malos, pues sería también ilógico que tuviésemos una
afición en la cual sufriéramos y nos disfrutásemos de ella, es más, me atrevo a
decir que los momentos de frustración e impotencia son parte imprescindible de,
no solo este deporte, sino de todos y de la vida cotidiana, pues si no los
hubiese, seguro que no tendríamos momentos de satisfacción y alegría por el
objetivo conseguido y no sabríamos valorar lo que en realidad cuestan las
cosas.
Por lo os animo a todos los que estéis pasando un momento
frustrante o de impotencia, también a los que pasaran dichos momentos a
superarlos con naturalidad como parte del juego, parte de nuestro hobby y parte
de nuestra vida.
Quedarán atrás esos malos momentos y lo celebraremos juntos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que los malos momentos nos ayudan a crecer, aceptándolos cuando nos alcanzan como algo inevitable y que tarde o temprano nos iba a tocar; aunque, por muchas "oportunidades de crecer", que nos brindan estas situaciones, nadie las desea, ni las quiere, haciendo todo lo posible porque la duración se lo mas corta posible; así que te deseo que no "crezcas" tanto, porque dedicas tu tiempo a correr.
ResponderEliminarSaludos, Emilio Díaz.