MEJOR MARCA PERSONAL (MMP) EN CIUDAD REAL

El domingo en Ciudad Real, se celebró una edición más de los 10kms de su carrera urbana, una carrera en un circuito rápido, que discurre en su mayor parte por las afueras de la capital “culiparda” y que lo poco que lo hace por el centro se echa de menos la animación del público.

A las 11 de la mañana se dio la salida a los casi 2000 participantes, de los cuales 34 fueron de la partida del club atletismo Membrilla, no sin antes guardar un sentido minuto de silencio en recuerdo de una asidua del circuito, Antonia García Palomo, que falleció por la lacra del siglo XX y XXI, el maldito Cáncer, D.E.P.

Tras 15 días sin apenas dar zancadas, y las pocas salidas que fueron muy suaves, la recuperación del maratón parece que ha sido total, aunque sin duda mis molestias de la tendinopatia proximal del isquiotibial, sigue recordando que no puedo forzar mucho, así pues, tenía la excusa perfecta para disfrutar de esta carrera junto a mi mujer, Ángela, que venía a Ciudad Real a realizar su segundo 10K,  con la ilusión de bajar esta vez de los 60 minutos.

Tras un primer kilómetro de tanteo por encima de los 6 minutos las sensaciones eran buenas y acompañados de un buen grupo del club, recorrimos también el segundo, ya por debajo del ritmo objetivo, aunque había que dosificar para hacer el recorrido en progresión y terminar con buenas sensaciones, que la verdad es como se disfruta realmente de este deporte.

Los kilómetros fueron cayendo y el ritmo “in crescendo”, las sensaciones buenas, y Ángela se sentía con la moral hasta las nubes, al ver que hoy pulverizaría su anterior marca. Una vez metidos en el centro de la capital, donde personalmente esperaba más animación, donde tan solo faltaban 2 kms para la llegada, Ángela me pidió que subiera un poco más el ritmo, pues aunque íbamos con una marca final cercana a los 58’, ella se sentía bien y quería exprimirse para conseguir la mejor marca posible.

Llegada a meta, cogidos de la mano brazos en alto, como si de una victoria se tratase, y que para nosotros  así fue, 57’35”, era la marca final, más de 2 minutos y medio que mejoraba su marca en la distancia, donde yo el año pasado también igualé la mía, pero que este año me sentía quizás más orgulloso al ver a Ángela satisfecha, al verla correr a mi lado, al verla participe de esta afición mía que ahora también es suya, en fin disfrutando y siendo participes ambos de esta afición, que espero sea duradera.

Ahora a empezar a preparar el maratón de Madrid, esperando estas molestias, que aún tengo presentes,  desaparezcan y vuelva a disfrutar una vez más de este maratón y su preparación.