Valencia, domingo 20 de noviembre, 8:30 de la mañana, y….,
pistoletazo de salida al maratón más rápido de España. En la partida debería
haber estado presente, pero el destino no ha querido, esta vez, que corriese
por las calles de la capital levantina por tercera vez, no ha querido que
disfrutase del que hubiese sido mi maratón número 19, no, no ha querido que
fuese testigo del debut en esta distancia de otro miembro del C.A. Membrilla,
las lesiones me lo han impedido, pero nuestro representante disfrutó por mí.
Juan Carlos Moraleda, debutó en esta multitudinaria maratón
que este año estrenaba etiqueta oro, y donde se dieron cita unos 19.000
maratonianos, que unidos a los 9.000 corredores que se enfrentaron a los 10
kilómetros, hicieron de esta carrera una fiesta de llamado “running”, de la que
el bueno de Juan Carlos tardará en olvidar.
La última semana había sido dura, un constipado hizo que
Juna Carlos tuviese que tomar medicación e incluso permanecer en cama, pero
esta circunstancia no fue suficiente para mermar la ilusión que tenía el bravo
atleta local en debutar en la distancia de Filípides y el sábado junto con su
pareja se desplazó a Valencia, con la seguridad que los meses de duros
entrenamientos deberían dar su fruto, aunque esta distancia es muy caprichosa y
durante esos 42.195 metros pueden pasar muchas cosas, es una prueba en la que
yo siempre he dicho que no hay que tenerle miedo, pero sí mucho, mucho respeto
y máxime cuando quieres darlo todo y tener la valentía de tratarla de tú a tú.
Con una mañana casi perfecta, se dio la salida, Juan Carlos
partía con la ilusión de hacerlo bien, de llegar a meta, y disfrutar como
primer objetivo y como siempre en él, con un objetivo ambicioso en segundo lugar, un
objetivo difícil de conseguir, pero que sin duda estaba dentro de sus
posibilidades, no era otro que intentar bajar de los 180 minutos o en su caso
acercarse lo máximo posible a las 3 horas, así pues fue regulando hasta pasar
el kilómetro 10 con un crono de 44:05 y la media maratón en un tiempo de
1:32:07, todo iba perfecto, pero la maratón no son la suma de dos medias
maratones y Juan Carlos pagó la novatada y como las sensaciones eran buenas,
quiso ser ambicioso, aumentar algo el ritmo y aquí cometió su primer error.
En el kilómetro 30, nuestro debutante empezó con algunos
problemillas que quiso solucionar tomando un gel, craso error, pues desoyendo
uno de los consejos principales, consumió este gel sin haber hecho pruebas en
las tiradas largas, e incluso siendo el primer gel que ingería en su vida, lo
que el cuerpo no asimiló y desde estos momentos comenzó un pequeño calvario que
solamente con casta e ilusión supo superar, y aunque también tuvo algunos
problemas de calambres con alguna parada incluida, e incluso dudas, Juan Carlos
supo vencer las adversidades, pues nadie dijo que correr un maratón fuese fácil,
y al llegar a la alfombra azul, divisar el crono que, después de todo marcaba
un fenomenal tiempo, se acabaron las dudas, y como no podía ser de otra manera,
durante ese trayecto donde se “corre por encima del agua”, a “PIRRIÑA”, que así
se leía en su dorsal, se le pasaron un
montón de cosas por la cabeza y la emoción de cruzar la meta fue algo
inenarrable, algo que nunca olvidará.
Con 3 horas 13 minutos y 2 segundos, a un promedio de 4:36
el kilómetro, Juan Carlos se convierte en otro maratoniano más de nuestro club,
y lo más importante, ha quedado con ganas de volver pronto a recorrer los 42 y
pico, cosa que personalmente y como enamorado de esta distancia me alegra
mucho, con lo que con estas líneas he querido hacer este pequeño homenaje,
plasmando en esta crónica y a groso modo, lo que Juan Carlos me comentó
ilusionado y muy satisfecho, así pues de nuevo mi ENHORABUENA, pues no todos
los días se corre un maratón y menos a ese ritmo.
No quiero dejar de pasar la oportunidad también de comentar,
que en esta misma maratón, hubo otro representante local, un gran aficionado al
ciclismo que ha querido ponerse a prueba y cambiar por un momento las pedaladas
por las zancadas, y lo ha hecho a lo grande, Juan Alarcón Villalta, también debutó y lo hizo corriendo de menos a
más, terminando como un auténtico experimentado, con un crono de 3 horas 37
minutos y 59 segundos, por lo que desde estas líneas quiero felicitar y darle
mi más sincera enhorabuena a otro membrillato más que se ha convertido también
en maratoniano.
Sumando y sumando atletas, Membrilla es incansable, ¡enhorabuena por ello!. ¿Que tal estas?, ¿ya recuperado?, espero que así sea.
ResponderEliminarSaludos, Emilio Díaz.