Hoy me he dedicado a
escribir esta entrada, una entrada que ya es rutina, siempre la suelo hacer
días antes de un objetivo propuesto y el maratón de Castellón que se celebrará
el próximo domingo no podía ser menos,
es una entrada para desahogar nervios, contar como estoy física y mentalmente,
pero sobre todo porque no suelo tener la costumbre de contar diaria o
semanalmente mis entrenos en este blog y
aprovecho esta ocasión para hacer un resumen de cada preparación que hago para
un objetivo determinado.
Desde el 23 de marzo que corrí mi último maratón allá por
tierras italianas, todo este tiempo lo considero preparación para el próximo,
si bien en esta ocasión ha mediado una lesión de por medio que me ha tenido
apartado casi unos 5 meses sin dar zancada alguna, eso sí, he aprovechado para
practicar otro deporte que también me gusta y que no es otro que el ciclismo en
ruta, por lo que no he estado parado totalmente, aunque como es obvio, la forma
se pierde, aunque no sea totalmenteahora estoy comprobando en mis carnes lo
difícil que es volver al nivel anterior a la lesión, pero como bien dice Manolo
en la entrevista que tuve la oportunidad de hacerle, nosotros somos tercos,
perseverantes e inconformistas y seguro que con el tiempo lograré estar a un
nivel similar al de antes de la lesión o por lo menos no será por falta de
intentarlo.
En septiembre comenzaría con el plan de este maratón, si bien
en agosto ya corrí algunos kilómetros, e incluso participé en una carrera del
circuito, la dura de Santa Quiteria en Fuente el Fresno, pero cuando realmente
empecé la preparación y el plan de entrenamiento elaborado por mí, fue en
septiembre, por lo que serían 14 semanas para coger la forma e intentar llegar
en condiciones para finalizar el maratón con las máximas garantías. Ya de por
sí es difícil preparar un maratón con 14 semanas estando medianamente en forma,
pero es mucho más difícil salir de la lesión, adaptarse a las plantillas, coger
la forma y llegar preparado para la disputa de un maratón en esas dichas
semanas, pero no quería ni quiero despedir el año sin añadir otra “muesca” más
corriendo un maratón, que D.M., será el decimosegundo de mi trayectoria
maratoniana.
El mes de septiembre pasó,
fue un mes de adaptación, con dolores en pies y también algunos
musculares, en este mes me dediqué hacer kilómetros a ritmo suave, la calidad
la ponían las competiciones, que aunque no disputé prácticamente ninguna a tope
siempre los ritmos son mayores y todos los fines de semana participé en alguna,
incluidas dos medias maratones, por lo que con casi 300 kilómetros cerré el
mes, aparte de algunos en bicicleta, por lo que prácticamente mi estado de
forma iba por el buen camino, aunque seguía pesimista con lo del maratón decidí
inscribirme al de Castellón pues era junto con Málaga el último del año que se
celebra en España.
En octubre ya empecé con mis primeras series a un ritmo no
muy exigente para adaptarme poco a poco, y volví a correr dos medias maratones,
e incluso en Malagón hice un 10.000 subiendo al podio y corriendo a un ritmo de
3’50”, por lo que junto con los rodajes largos el kilometraje de dicho mes se
cifró en 380 kilómetros, las sensaciones iban mejorando y ya mi objetivo era
finalizar el maratón e incluso me hice ilusiones con poder bajar de nuevo de
las tres horas.
Noviembre me ha vuelto a la realidad y he tenido
entrenamientos donde he sufrido y no me he sentido cómodo, y esto se hace para
poder disfrutar corriendo, si bien es
cierto que algún rodaje me ha salido bastante bueno o algunas series puedo
decir que he tenido más sombras que luces y en vez de tener cada vez mejores
sensaciones cada vez he tenido peores, y lo que colmó el vaso fue la media
maratón de Miguelturra, donde quise probarme y donde no tuve buenas sensaciones
en ningún momento, y el ritmo no fue ni mucho menos para tirar cohetes,
posteriormente hice mi último rodaje largo 6 días después y las sensaciones aún
fueron peores, y en mi test personal para el maratón se confirmó que no estoy
para bajar de esos 180 minutos, el mes lo completé con otros 330 kilómetros, ahora esta semana estoy en pleno tapering y ya
no puedo juzgar las sensaciones pues al estar descansado es obvio que corro más
suelto en los pocos kilómetros que hago.
Pocos días antes del maratón mi objetivo es disfrutar de
nuevo de esta distancia, mi distancia preferida, sin objetivo claro, pues no sé
cómo me responderán las piernas, aunque intentaré ser conservador e ir viendo
el paso de los kilómetros y las sensaciones, pues un maratón es muy largo y si
abusas al principio puedes pasarlo realmente mal al final y esto se trata de disfrutar,
por lo que eso intentaré hacer, y si me
salen 3h10' disfrutando estaré satisfecho, si me sale un tiempo menor mejor que mejor,
pues como dije al principio de este post, en septiembre dudaba si correría un
maratón este año y ahora aquí me veo, por lo que el objetivo marcado es
disfrutar aunque lo de bajar de las 3 horas por décima vez ronde algunas veces
mi cabeza, creo que quedará para otro momento.
Aunque sea el maratón número 12, puedo decir que cada
maratón es un mundo, cada maratón es como si fuese el primero, cada
preparación, todo, aunque sea igual es diferente, por eso quizás sea la grandeza
de esta distancia, o quizás no, pero lo que es cierto que para mí cada maratón
que corro es un reto, un objetivo a alcanzar y en todos y cada uno de ellos
siento que es como si fuese el primero pues en esta distancia puede pasar de
todo y en eso estamos, esperemos que la próxima entrada pueda contar que en
Castellón volví a disfrutar del maratón a pesar de estar sin peinar.
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