INTRODUCCIÓN
Los retos son acicates que la personas necesitamos para
sentirnos realizados, la vida misma es un reto continuo a la cual se le unen
muchos otros, estos retos cuanto más difíciles, cuanto más obstáculos tengan,
cuanto más duros sean, cuanto más ilusión, cuanto más nos cueste llegar a
ellos…, la consecución de estos nos llenará más de satisfacción y nuestra
alegría por haberlo logrado será aún mayor, proporcionalmente a al precio en
forma de sacrificio y trabajo hubiésemos hecho.
Esta introducción inicial puede valer perfectamente para
cualquier reto u objetivo que nos propongamos, pero en este caso va referido a
la maratón de Barcelona, donde Manoli cosechó el fruto de su esfuerzo, ilusión,
trabajo, constancia, fuerza de voluntad…, para poder lograr algo que sin duda
quedará marcado en su vida como una experiencia en la que aprendió a vivir, pues como comenté al inicio, cualquier reto se une al
reto de la vida, y experiencias como
estas enseñan a vivir.
EL INICIO
Esta aventura, este reto, comenzó cuando Manoli recibió la
noticia que había sido agraciada con la inscripción y gastos de viaje al Zúrich
marató de Barcelona, Pepe su esposo, le animó a que rellenase la encuesta para
poder optar a este premio, y ella, que no se sentía capaz de lograr este reto,
al recibir la noticia, sintió miedo por creer que no podría lograrlo.
Como anteriormente ya me había pedido que le aconsejase e
hiciera algún plan de entrenamiento para otras carreras, esta no iba a ser menos,
y sin pensarlo dos veces me volvió a pedir consejo para que le realizase un
plan de entrenamiento y ser así capaz de cumplir este reto que la vida le había
puesto delante.
EL DESARROLLO
Con el paso de las semanas Manoli iba perfectamente
cumpliendo el plan, incluso había conseguido dejar de fumar totalmente por lo
que este reto obtuvo la primera satisfacción y ese mal hábito de fumar quedó en
el olvido, la pena hasta ese momento era que Pepe, su marido, no se recuperaba,
pues seguía lesionado por lo que se ponía muy en duda su participación para que
este la pudiese acompañar en este bonito objetivo y disfrutasen ambos de esta
meta.
Yo por mi parte, entre tanto, conseguí completar la maratón
de Castellón después de una lesión y una vez finalizada me marqué el objetivo
de correr de nuevo en Madrid, un nuevo maratón en primavera, en el que
intentaría bajar la marca que tenía en la capital de España, aunque por mí
cabeza también rondaba la intención de acompañar a Manoli, pues Pepe no
mejoraba, y la amistad que me une a ellos, más los miedos de Manoli a la
distancia reina, me hacían replantear mis objetivos para el 2015.
LAS LESIONES, LA DECISIÓN Y LA PREPARACIÓN
Tras una buena San Silvestre, demostrando su buen estado de
forma y haciendo valer los entrenamientos del maratón, Manoli cayó
fortuitamente lesionada, una mala postura en sus quehaceres, hizo que tuviese
una rotura de fibras en el psoas, por lo que el plan de entrenamientos sufrió
un parón, hasta la recuperación de Manoli, una lesión, como todas inoportuna,
cuando iba a iniciar la parte del plan más dura, pero que sin duda no era
definitiva y en un principio esto solo tenía que ser un pequeño contratiempo.
Entretanto yo decidí cambiar mis objetivos y al ver que Pepe
no llegaría a tiempo a correr dicha maratón, me inscribí a Barcelona,
simplemente para acompañar a Manoli, aunque me pondría el objetivo real de
viajar al maratón de Vitoria halla por mayo, este maratón de sería un in-pass
para el objetivo real si las piernas me lo permitían, pero creo que el
sacrificio valdría la pena, y Manoli no estaría sola ante su reto.
Apenas curada la lesión, Manoli y yo decidimos ir a
probarnos en la media maratón de Getafe donde las sensaciones no fueron de todo
buenas, aunque en realidad esto era lo previsto, pero lo que no estaba previsto
era que Manoli sufriese una nueva lesión, pues al probar con unas zapatillas
nuevas con las que tenía previsto competir en Barcelona, estas le producían un
roce que le hicieron un gran ampolla, lo que hizo que durante la carrera pisase
mal y sufriera una lesión en la rodilla.
Con apenas tres sesiones de entrenamientos después del nuevo
parón y cuando faltaba poco menos de un mes para el reto, estaba la última
prueba, intentar ver el ritmo probable y las sensaciones en la media maratón de
Valdepeñas, primera del circuito, en la que la intención era probarse…, con una
ampolla que Manoli se produjo de nuevo, dos días antes, su podóloga decidió que
no corriese hasta que ella le hiciese unas plantillas, no poniendo en riesgo
una lesión más grave, por lo que fue otro palo más para Manoli que tuvo que
saber lidiar.
EL OBJETIVO
Lo que en un principio sería un objetivo ambicioso de rondar
o incluso bajar de las 3 horas y media,
se convirtió en finalizar los 42 kilómetros y pico, sin sufrir e intentando
disfrutar lo máximo posible para que quedase ella enamorada de la distancia al
igual que yo lo estoy, pero Manoli no tenía todas consigo, a pesar de los
ánimos que todo el mundo le daba, y para ser sincero, la seguridad que yo tenía
en ella de que lo íbamos a conseguir, los nervios le atenazaban, pero con las
plantillas en sus pies ,y con las últimas pruebas en forma de otro rodaje largo
y la inyección de moral de la carrera de Ciudad Real, ella se convenció y
empezó a creérselo y a ser optimista.
CONCLUSIÓN
La última semana fue unos rodajes suaves, incluso unas 4
series de 1000 metros, las únicas en esta preparación, que hicieron que
desapareciesen algunos nervios, por lo que nos presentaríamos en Barcelona con
una planificación muy, muy accidentada y con la incertidumbre de saber a qué
ritmo podríamos competir, aunque las últimas series, los últimos rodajes y la
carrera de Ciudad Real, me hizo pensar que no sería una locura intentar asaltar
las 3 horas y 45 minutos, pero siempre a expensasde las sensaciones de Manoli
en carrera, pues como he dicho antes el objetivo principal el finalizar este
reto lo mejor posible.
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