El descanso es algo vital en el proceso de competición o
entrenamiento de un corredor. Muchas veces lo vemos como una involución en
nuestra preparación, pero en realidad se trata de recuperar todo el daño
acontecido durante las carreras y entrenamientos en nuestras estructuras corporales
para seguir mejorando.
Una vez finalizado el objetivo de esta segunda parte de la
temporada, es decir, el maratón de otoño, (Ciudad Real en este caso), llega el
descanso, un descanso que no será eterno, pero es sumamente necesario, es para
mí una rutina, a pesar de terminar los maratones unas veces mejor que otras,
muscularmente hablando, mi descanso total suele ser de unos 10 días, pues si
importante fue el “tapering”, ahora también es importante el descanso total,
para regenerar esos micro desgarros en las fibras musculares, por tanta
repetición e impacto, lo que hará que el musculo tome a su vez más fuerza y
recupere el glucógeno muscular perdido.
Esta vez la margarita ya está deshojada y el próximo objetivo está decidido, será el
maratón de Sevilla, un maratón al cual ya estoy inscrito, y ya tengo reservado
hotel, será también campeonato de España de maratón, absoluto y veterano por lo
que la decisión fue más fácil.
Las calles de la ciudad andaluza fue la que me vio debutar
en maratón allá por el año 2010, y aún recuerdo esa entrada triunfal de la mano
de Manolo en el estadio de La Cartuja, tres años más tarde repetiría, ya en el nuevo circuito y disfruté de
lo lindo, batiendo entonces mi marca personal, aunque unos meses más tarde
rebajé en Donosti.
Sin duda Sevilla ha aumentado, en todos los sentidos, y su
recorrido sigue siendo de los más rápidos de España, junto con Valencia y San
Sebastián, así pues el próximo objetivo ya está en marcha, pues estas semanas
de recuperación y descanso también cuentan.
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