Una vez redactada la crónica general de todos los
participantes en la maratón y 10K de Valencia vuelvo a sentarme a escribir,
esta vez toca hacer una crónica personal de mi decimosexta maratón, una maratón
que no entraba en mis planes pero que 15 días antes decidí correrla, la
recuperación de la Quixote maratón fue viento en popa y tras darle vueltaa a la
cabeza, y mi compañero Juanma cederme su dorsal, correría en la capital del
Turia, no solamente para acompañar a todos mis compañeros de club, y en especial
a los debutantes, sino que también lo haría en dedicatoria al propulsor de la
idea de ir todos a Valencia, pues unos problemas de salud le impedirían estar
presente en cuerpo en Valencia, que no en alma, pues todos y cada uno de
nosotros corrimos pensando en nuestro compañero Juanma, esta maratón sin duda
fue una dedicatoria mía y de tus compañeros para que cojas fuerza y la
recuperación siga el cauce de mejoría como así lo llevas.
Llegamos a la Ciudad de la Artes y las Ciencias de Valencia
una hora antes, se respira maratón, el ambiente es espectacular, saludamos a
algunos conocidos del circuito, nos echamos fotos con nuestros familiares y
acompañantes, yo me despido de Ángela y me voy a la salida, junto con Narciso,
Paco y Víctor Arias, después de visitar a “roca”, nos situamos en el cajón de
salida Azul, (de 3:01 a 3:30), poco antes de la salida me acuerdo de Juanma, el
debería haber estado aquí, después un minuto de silencio y comenzamos la
aventura.
Como me esperaba los primeros kilómetros son fáciles y
cómodos, por supuesto a un ritmo muy inferior al que tenía entrenado para
Ciudad Real, pero debo reservarme, soy consciente que el maratón es largo y el
cansancio puede aparecer en los kilómetros finales, el paso por el kilómetro 10
es de 43:34, y la verdad se me han pasado volados.
La media por entonces era de 4:21 y bajando, aunque decido
poner freno y estabilizar el ritmo, la recuperación no ha sido total y sigo
pensando en reservar, paso el km 15 y poco después doy alcance a un paisano de
Tomelloso, Fran, con el recorrería un buen tramo del maratón, y hablando y
hablando van cayendo los kilómetros.
Un poco después nos adelanta Víctor, va acelerado, había tenido
que parar a visitar al WC, ahora le toca ir contracorriente, yo pienso que se
equivoca pero, él quiere arriesgar. En el kilómetro 24 esta Ángela y varios de
los nuestros, recojo un gel y una botella de isotónica, que en teoría debería haber
recogido en el 27, pero algo habrá pasado, poco después también veo a mis
primas y tía, voy muy fresco y los ánimos del público me suben la adrenalina y
a veces me voy de Fran, al que luego espero, seguimos haciendo kilómetros
juntos, el paso por el 25 es muy bonito, hay mucho ambiente, en el 27 veo a
Javi, Blasi y la madre de Mª José, me animan y les choco las manos y voy
pensando en arriesgar un poco.
Recuperación
Apenas habían pasado 28 días, y aunque había hecho algunos
entrenos para probarme, y estos eran positivos, notaba que quizás los últimos
kilómetros se me iban hacer largos, pues aunque el ritmo fuese cómodo volver a
correr esta distancia era algo arriesgado, incluso me exponía a alguna lesión,
pero palos a gusto no duelen y la decisión estaba tomada.
Pre-maratón
Tras recoger el dorsal el día anterior y pasar unos buenos momentos en compañia de varios compañeros y amigos de club, comida a base de pasta, nos fuimos al hotel, a descansar, pues la jornada siguiente sería larga.
Tras recoger el dorsal el día anterior y pasar unos buenos momentos en compañia de varios compañeros y amigos de club, comida a base de pasta, nos fuimos al hotel, a descansar, pues la jornada siguiente sería larga.
Con todos mis compañeros allí en Valencia me sentía arropado
a la vez que tenía dentro de mí algunas dudas, pues no sabía cómo podría
reaccionar, por lo que opté por no acompañar a ninguno de ellos, que cada uno
hiciese su carrera y yo me mantendría a la expectativa, si me encontraba mal,
reduciría el ritmo y ayudaría a los que viniesen por detrás y si me encontraba
bien tendría la oportunidad de contactar con alguno y ayudarle en los últimos
kilómetros, la marca era lo de menos, aunque a sabiendas de que los ritmos
entrenados eran sub 3 horas para el anterior maratón, no debería descuidarme
mucho de esos tiempos en condiciones normales.
Salida y
primeros kilómetros
El primer kilómetro es lento, (4:44), marca el garmin, voy
sorteando a la gente y el segundo kilómetro ya más rápido, (4:26), y a partir
del kilómetro tercero me pongo a correr
a un ritmo muy cómodo para mí, las piernas me piden más marcha, pero mi cabeza
no les deja, sé que tengo que regular, de todas formas no paro de adelantar a
gente, y el ritmo no es muy uniforme pues se forma una lucha entre las piernas y
la cabeza, unas quieren ir más deprisa, la cabeza les dice que no y como si de
batallas se tratase unas las ganan las piernas y otras la cabeza, ¿quien ganará la guerra?.
Paso por el
km 10 y siguientes kilómetros
Llego a la
media y me acuerdo de Juanma
El paso por la media maratón ya está aquí, casi pasa
desapercibido, solamente había una alfombra, esta vez no había arco, el tiempo
es de 1:31:38, el ritmo medio ahora es de 4:20, seguro que es la mejor marca de
Juanma en media, me digo para mis adentros, y sigo regulando a pesar de las buenísimas
sensaciones, el miedo a los últimos kilómetros es patente, no quiero arriesgar,
quiero disfrutar todo el recorrido.
Del km 28
al 38 diez kilómetros de ensueño
Paso por el km 28 y decido que no me puedo aguantar, las
piernas han ganado la guerra, me pongo a correr al ritmo crucero, ritmo de
todos mis maratones, Fran se queda, y si antes no paraba de adelantar gente,
ahora es exagerado, la moral va por las nubes y las piernas a tope, he gestionado
bien, e ingerido geles, líquido y fruta y voy a más, disfruto como un enano,
los kilómetros pasan y el ritmo medio ya está en 4:18 y bajando, paso por el 35, me acuerdo de Juanma y se lo
hago saber al cámara de este punto kilométrico, el me da alas desde Membrilla, sigo
fresco y decido dar otro pequeño cambio, los kilómetros empiezan a caer a 4’
pelados, al fondo veo una camiseta del club, es Mª José, el ritmo ya está en
4:17 y veo que es factible bajar de las 3 horas de nuevo, solo hay que mantener
y los dos últimos dar otro golpe más al ritmo y lo conseguiré, aunque por mis
cuentas raspado, a pesar de lo favorable de los últimos kilómetros.
Voy lanzado, impresionante el ritmo y las sensaciones, esto
es disfrutar, cerca del 38 e ir así no me lo imaginaba ni en mis mejores predicciones,
tengo a Mª José a tiro, voy a darle alcance y unos metros antes se para, freno
en seco, le pregunto que pasa, porqué para, me comenta que no puede seguir, que
tiene fuertes dolores estomacales, no puedo, me vuelve a repetir, le digo que
haga de vientre que la espero, que no le queda nada, ella me dice que siga,
pero no puedo dejarla, termina y juntos reemprendemos la marcha, solo he
perdido un par de minutos, ella va algo mejor, pero aún dice que sigue teniendo
molestias, el ritmo no es malo, ronda los 4:28 del km 38 al 39, vamos
adelantando atletas, se une Jesús Bellón, que había corrido el 10K, escoltamos
a Mª José, va sufriendo, pero el maratón es el maratón y tiene estas cosas, el gentío
es impresionante, la gente se amontona y no para de animar, solo quedan un par
de kilómetros y en bajada, el pundonor de Mª José y las ganas de finalizar este
reto son evidentes, yo no paro de animarla, el público también, la bajada a la
Ciudad de las Artes y las Ciencias está aquí, ya toca disfrutar, queda algo
menos de 1 km.
Llegamos a la alfombra azul, y me emociono, le digo a Mª José que estos metros son para Juanma, cada uno de nosotros disfrutamos de cada metro de la alfombra a nuestra manera, se nos caen algunas lágrimas, es el maratón.
Llegamos a la alfombra azul, y me emociono, le digo a Mª José que estos metros son para Juanma, cada uno de nosotros disfrutamos de cada metro de la alfombra a nuestra manera, se nos caen algunas lágrimas, es el maratón.
Llegada a
meta
Siempre he dicho que
cuando cruzas la línea de meta de un maratón se produce una sensación
inenarrable, por mucho que quieras contar, es una experiencia única y lo vuelve
a ser, si hace 3 años me pasé llorando toda la pasarela azul por el recuerdo de
mi primo Antonio al que dediqué ese maratón, esta vez es para Juanma, el
debería haber sentido estas sensaciones, pero seguro que pronto las vivirá.
Los últimos metros nos cogemos de la mano y saboreamos
juntos el triunfo, Mª José se da cuenta de que ha merecido la pena, yo también,
ella era novata, yo con cierta experiencia, pero sin embargo ambos sabíamos que
este maratón era especial, todos lo son, el objetivo ha sido cumplido con
creces, el crono era lo de menos, aunque fuese una gran marca para una
debutante y un temeroso maratoniano,
3:03:43 para mí, 3:04:10 para ella.
Sin duda, este maratón, ha sido un maratón que no podré
olvidar, que pondré como ejemplo en mi mente para futuros maratones, he
disfrutado de lo lindo, quizás porque me olvidé de una marca final, quizá
porque fui demasiado conservador al principio, o porque vi un puñado de atletas
de mi club conseguir el objetivo marcado, quizás porque lo corría en nombre de
Juanma, quizás porque pude ayudar a Mª José.
El caso es que he disfrutado cada metro, cada centímetro como
en pocos maratones, y aunque siga habiendo más recuerdos bonitos en esta
distancia, este estará presente para siempre, aunque sin duda espero repetir
experiencias como esta, espero tener fines de semana acompañado de tanta gente
buena, gente que comparte afición, familiares, amigos, mi mujer…, en fin un grandísimo
fin de semana el vivido en Valencia, toda la familia del C.A. Membrilla, un
equipo del que me siento muy orgulloso ser parte de él.
Datos
Kino, hace un tiempo que no entro en el Blog, lo hice ayer, creí vislumbrar una crónica tuya del Maratón de Valencia, pero no podía pararme y también pensé que no sería tuya, total hacia pocas semanas de tu gran participación en C. Real y no me cabía en la cabeza de que corriera Valencia; hoy ya con más tiempo, accedo y efectivamente es la crónica de tu carrera, no podía creérmelo, este no es Kino, ¡nos lo han cambiado!, he de reconocer que comencé a leerla con cierto escepticismo, para terminar emocionado, tanto porque la consiste, como la propia carrera y sobre todo el final, cuando paras a ayudar a Ma. José, olvidándose de marcas, no me extraña que disfrutarás de un Maratón así, lo recordarás y lo recordaremos, gracias Kino, gran ejemplo y crónica.
ResponderEliminarSaludos, Emilio Díaz.
Gracias Emilio, al final lo que queda es el recuerdo, y este lo tendré para siempre. Saludos, espero superes tu maldita lesión.
EliminarNo voy esconder, ni a menospreciar los duros momentos que estoy viviendo después del desgraciado accidente cerebrovascular que he sufrido, y todo lo que conlleva o puede conllevar.
ResponderEliminarPero todo tiene su lado positivo, yo diría extraordinariamente positivo.
Aflora el compañerismo, se exalta el recuerdo, se premia la ilusión y se profundiza la amistad.
No me canso de decirte: GRACIAS.
Todo es más fácil con gente como tú.
Gracias a tí Juanma, y ya digo, mucho ánimo!!!!
EliminarTremenda tu crónica, ¡qué subidón Kino!. Con lecturas como esta me pongo las pilas y pienso que tengo que volver a ponerme en forma y a superar mis problemas. Me ha costado tres días leermela porque no saco hueco ni para eso, pero por fin. Mi más sincera enhorabuena a María José, a ti a todos los del C.A Membrilla, que conquistasteis Valencia
ResponderEliminarGracias Javier!!! Ahora os toca disfrutar a vosotros en Málaga y con la calidad que tu tienes cuando te lo propongas volverás por tus fueros. Eso sin duda.
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