Hay momentos en la vida en los que te sientes defraudado,
triste o simplemente y como se dice ahora, de bajón, y sin embargo hay otros
que todo esto cambia, lo mismo que siempre se ha dicho que tras la tormenta
viene la calma, la vida misma puede ser algo similar y como todos sabemos, los
momentos malos traen momentos buenos y viceversa, por lo que nuestra existencia
hay que tomársela de esta manera, intentando sobrellevar y superar lo antes
posible esa tormenta, refugiándose y luchando para que te mojes lo menos
posible, y posteriormente disfrutando de ese magnífico día que queda, tras esa
lluvia, estando siempre preparado y alerta para otra posible tormenta, siendo
conocedor de que por mucho que dure los malos o buenos días siempre existe de
posibilidad de que todo cambie.
Y tras esta introducción algo “chapa”, y tras la crónica
oficial que escribió Manuel Jimenez, comenzaré a narrar mi crónica personal del
maratón de Sevilla, un maratón que comencé a preparar con mucha ilusión, que
cuando estaba casi terminada esa preparación hubo una tormenta que se llevó
parte de ella, pero que como siempre salió el sol y aunque, con remiendos y
reparaciones de última hora, disputé y disfruté porque “siempre de que llueve…,
escampa”.
No había salido el sol el sábado cuando nos pusimos rumbo a
Sevilla, mi familia al completo en un coche y Manuel, Manoli, Sebas y Pilar en
el otro, en poco menos de 4 horas estábamos en la puerta del FIBES de Sevilla,
donde teníamos que recoger el dorsal y posteriormente comer en la comida de la
pasta que ofrece la organización.
Gran ambiente el que se respiraba en los prolegómenos, sin
duda un ambiente de ilusión y expectativas que los 13.500 participantes
inscritos tenían en sus mentes, al igual que la pequeña expedición manchega.
Los nervios afloraban y las dudas surgían, las molestias
arrastradas quizás eran aún mayores, en gran parte por esa ansiedad de que
llegará el momento.
Tras la recogida del dorsal, algunas fotos y conversaciones
nos desplazamos al hotel, a descansar un poco para por la tarde hacer una
mini-visita turística al centro de Sevilla, donde habíamos quedado con nuestras
amigas y hermanas Idoia y Eva Esnaola, que junto con otra amiga suya recorrimos
el centro de Sevilla.
Pronto llegaría la cena donde se nos unieron unos conocidos
de Idoia, unos amigos de Zaragoza donde algunos debutaban en la distancia y
otros eran ya expertos, camaradería y conversaciones hicieron que los nervios
pasasen desapercibidos.
A las 6 de la mañana
sonaba el despertador y tras una ducha, el desayuno habitual, después equiparse
para la batalla, intentando cuidar todos los detalles, y a las 8 partíamos
rumbo a la salida, cercana al hotel, Pilar, Sebas, Manuel y yo, cada uno con
nuestras dudas, pero todos con nervios e ilusionados por el reto que se nos
avecinaba.
Tras dejar la ropa en el ropero y embadurnarse de vaselina y
crema antinflamatoria, en mi caso, un breve calentamiento dirección a la
salida, pasamos por cámara de llamadas y 15 minutos antes ya estábamos
dispuestos Manuel y yo preparados para la salida, yo con mis temores de mis
molestias en los isquios y Manuel con la duda de que si podría aguantar al
ritmo inicial de 4’15” para conseguir bajar de las 3 horas un maratón, pues él
no había preparado exclusivamente esta distancia, no estaba muy convencido de
hacer esta prueba y quizás los últimos kilómetros le pasarían factura.
VIDEO DE LA SALIDA
Primeros compases, regulando el ritmo y comprobando
sensaciones que inicialmente no eran buenas ni para Manuel, ni para mí, pero el
maratón es largo y todo puede pasar, ahora había que dejar pasar los kilómetros
a ritmo cómodo y así lo fuimos haciendo, disfrutando de la ciudad he intentando
gastar lo menos posible, solamente con la incidencia del paso por el km 6 donde
a la bajada de un puente el isquio me recordó que no podía abusar de él, también
en el kilómetro 8 la familia animando, y subidón de adrenalina, así el paso por
el kilómetro 10 fue de 42’18” a un ritmo
de 4’14” el km, en el puesto 1069 y todo iba casi perfecto pues las sensaciones
iban a mejor, aunque no fuesen como en otras maratones.
VIDEO DEL PASO POR EL KM 10
Pasado el kilómetro 18 las primeras molestias del isquio
empezaron a dar noticia, aunque la verdad, no iban pasando de eso, molestias.
Con todo eso y recordando con Manuel mi debut, donde él me
guio hasta la meta, los recuerdos de
hace 6 años y como a pesar de ser algo menos jóvenes seguíamos con la ilusión
del principio, e incluso aún más si cabe, llegamos al paso de la media maratón
con un tiempo de 1:28:54, con el ritmo clavado en 4’13” y recuperando algunas
posiciones ya en la posición 1033, con Manuel al lado, disfrutando de su
compañía una vez más.
VIDEO DEL PASO POR LA MEDIA MARATÓN
El ritmo seguía uniforme a pesar de mis pequeñas molestias y
la fatiga de Manolo, pero nadie dijo que esto iba a ser fácil, y el paso por el
km 30 nos marcaba otro parcial de 5 kms, el tiempo fue de 2:06:25, y el ritmo
medio seguía inamovible en 4’13”, lo que demostraba que a pesar de las
molestias y fatiga no perdíamos ritmo, y
llegados a este punto ya la posición era la 946 por lo que no parábamos
de adelantar corredores.
VIDEO DEL PASO POR EL KM 30
Manuel ahora tomó el mando y se puso a tirar, incluso a
veces tenía que aflojar pues yo estaba pasando un pequeño bache, aunque tirando
de casta y esfuerzo conseguía seguirlo, pues él quería mantener el ritmo y así
lo hizo, con estas, en el paso por el km
40, la cosa seguía prácticamente igual,
el tiempo de 2:49:07, daba una media de 4’14” por lo que este parcial notó mi
pequeño muro, a pesar de pasar por todo el centro donde más animación había y
de haber adelantado otro puñado de corredores pues la posición ya era la 799. Así
pues nos encontramos cruzando el puente de la barqueta, y me vine arriba y
junto con el gel que me tomé hizo que me recuperara para los kilómetros
finales.
En el trayecto final de estos dos kilómetros y pico dimos
alcance a Sebas, sin duda algo que no me esperaba pues él tenía un objetivo más
ambicioso y no pudo conseguirlo, pero esto es el maratón, desde que empiezas a
entrenarlo hasta que cruzas la línea de meta pueden pasar muchas cosas, es
mucho tiempo y muchas zancadas donde cualquier circunstancia puede echar al
traste todo el trabajo, de ahí la grandeza de esta distancia y cada corredor
tiene su historia que no siempre sale como se plantea cuando comienzas a
entrenar un plan para esta distancia. Cuando llegamos a su altura dudábamos si
aguantar con él o seguir a nuestro ritmo, al final la decisión fue animarle y
seguir a ritmo, pues quedaban apenas 1500 metros.
En las inmediaciones del estadio de La Cartuja las emociones
empezaron aflorar, Manolo y yo éramos conscientes de que habíamos conseguido
algo que al principio era a lo que mejor podíamos aspirar en esta ocasión,
bajar de los 180 minutos y eso era una realidad, palmadas en la espalada,
euforia, felicidad, compañerismo, amistad, esfuerzo, constancia, perseverancia,
lucha, dolor, sentimientos…, todo eso y mucho más salía a relucir en nuestras
caras, pero sobretodo la gran satisfacción de volver a repetir la historia, de
volver a demostrarnos a nosotros mismos que hay momentos en la vida que se
necesitan y sin duda este fue uno.
Quedaba pasar por el vomitorio al estadio y de nuevo como
hace 6 años el bello se puso de punta y la carne de gallina, eran algo más de
300 metros que había que disfrutar, como dos niños pequeños de la mano,
recorriendo estos últimos metros, no nos acordábamos de las molestias, de la fatiga,
todo estaba más que olvidado estos metros recompensaban los 3 meses de
entrenos, las varias visitas al físio, los duros momentos, los dolores y
esfuerzos por superar la lesión, los pensamientos negativos, todos eso era
minucia, la grandeza de la distancia acompañado del mejor compañero posible, el
que me acompañó en el debut era una realidad y al igual que antaño cruzábamos
la meta brazos en alto, mientras que por la voz del speaker salían los ánimos
hacia esos dos corredores del C.A. Membrilla.
VIDEO DE LA LLEGADA
RESUMEN Y PARCIALES KILÓMETRICOS
VIDEO RESUMEN DEL MARATON
Comentar que nuestro compañero de viaje y gran amigo Sebastián Tercero completó su
maratón unos pocos segundo detrás nuestra, en un tiempo de 2:58:47, y pese
haber pasado por un momento malo, supo sufrir y lograr bajar de nuevo de los
180 minutos en un maratón, sin duda un maratoniano que tiene en sus piernas
varias maratones y que a pesar de las dificultades supo capear el temporal
logrando vencer de nuevo la distancia de Filípides.
También Pilar, esposa de Sebas, completó su sexta maratón,
saliendo con problemas musculares y al igual que yo, con la duda si podría
finalizar esta dura prueba, cosa que así fue y con creces, pues su tiempo de
2:43:30 lo demuestra, llegando a meta eufórica y haciendo olvidar a Sebas su
pequeño bajón, pues le cambió a este la cara al enterarse de la fenomenal
actuación de su pareja. FELICIDADES A LOS DOS.
Así pues y sacando conclusiones, puedo decir que a pesar de
no lograr el objetivo inicial de 2:55, si puedo decir que estoy muy, muy
satisfecho con el resultado de mi maratón 17, pues las circunstancias han obligado a esto, y
correr al lado de Manuel ha sido una gozada. El fin de semana fue perfecto y el
viaje se dio fenomenal, así pues las expectativas se han cumplido con creces,
ahora a descansar, recuperarse y esperar que el problema de la tendinopatia proximal del
isquiotibial se cure, y próximamente valoraré mi próximo objetivo.
¡Es increible la envidia que me das!. Está claro que estamos hechos de distinta pasta, yo no sé sufrir tanto y no tengo vuestra calidad. No me cabe duda que si hubieras ido conmigo no lo hubiésemos logrado. Pero he de decirte que da igual, no importa el no haber estado allí, ya disfruto leyendo tus crónicas. Quizá algún día yo consiga volver a bajar de los 180 minutos, aunque se me va acabando el tiempo.
ResponderEliminar¡Grande Kino!
Gracias Javier!!! El tiempo no se acaba, vete preparando que pronto corremos una los dos juntos con la primera misión de disfrutarla y la segunda y si se puede bajar de las 3 horas. UN ABRAZO
Eliminar¡Grandes se Membrilla, Kino y Manuel!, ¡Carrerón!, es poco, así como la lección de compañerismo y amistad que nos brindais. Me alegro de que todo transcurrirá tan fantásticamente, ahora a recuperarse, cuidarse que quedan muchas maratones por correr.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Emilio Díaz.
Gracias Emilio, haber si nos podemos ir viendo en alguna!!!!
EliminarYa me gustaría Kino, veremos si para primavera o verano estamos en condiciones.
EliminarYa me gustaría Kino, veremos si para primavera o verano estamos en condiciones.
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