Cuando se inicia un entrenamiento aeróbico resulta de gran utilidad
encontrar la intensidad justa para entrenar. De lo contrario, podemos trabajar
por debajo del umbral (entrenamiento ineficaz) o por encima del umbral
(entrenamiento anaeróbico), puesto que lo que para ti puede ser una intensidad
adecuada, para otro puede suponer poca intensidad o nociva para su salud por
ser excesiva.
Un buen método para entrenar midiendo tu intensidad de
entrenamiento es a través de la frecuencia cardíaca
(FC). La FC es el número de latidos cardíacos por minuto (lpm) y es muy
importante conocerla durante tu entrenamiento por la utilidad que posee en la
dosificación del ejercicio y en el cálculo de umbrales.
Hay que tener en cuenta que un deportista tiene una FC más baja que un
sedentario (en reposo y durante la actividad) y que la progresión en los
entrenamientos hará que la FC vaya disminuyendo. Por otra parte, cuando aumenta
la intensidad del ejercicio, la frecuencia cardíaca también lo hace, y es a
partir del 75%-90% de tu intensidad de trabajo cuando aparece una disminución
en la respuesta cardíaca.
Para establecer nuestro entrenamiento por rangos de FC debemos conocer
ciertos valores de nuestro corazón, como la frecuencia cardíaca en reposo (FCR)
y la frecuencia cardíaca máxima (FCMáxima) que se puede obtener mediante una
prueba de esfuerzo.
La mejor forma de calcular la FCR es, nada más levantarte de la cama por la
mañana, tomarte el pulso de esta forma durante 4 días y después, hacer la
media. Para calcular la FCMáxima tendrás que realizar una prueba de esfuerzo,
aunque por otro lado, podemos obtener la FCMáxima teórica (con un 15% de margen
de error) que se puede alcanzar en un ejercicio de esfuerzo sin poner en riesgo
tu salud, utilizando esta fórmula: (226-edad para mujeres; 220-edad para
hombres) o a través de la fórmula que propone la Universidad de Colorado [208 –
(0.7 x edad)],. Con estos datos y conociendo la intensidad en la que se va a
basar nuestro entrenamiento, podremos averiguar cuál será la frecuencia
cardíaca de entrenamiento (FCE), para ello, utilizaremos la fórmula de Karvonen.
POR EJEMPLO…
Un hombre de 40 años, que tiene una frecuencia cardíaca en reposo de 60 lpm
y quiere trabajar al 70%.
Frecuencia cardiaca máxima (FCMáxima): 220-Edad = 220-40 =180 lpm
Frecuencia cardiaca residual (FCResidual): F.C.Max.- F.C. en reposo= 180-60 = 120 ppm
Frecuencia cardiaca residual (FCResidual): F.C.Max.- F.C. en reposo= 180-60 = 120 ppm
Frecuencia cardíaca de entrenamiento (FCE): [(FCResidual)
x % de esfuerzo] + FCR; 70% de la F.C. residual = 84; 84+60 = 144 lpm
De esta manera, para trabajar al 70%, esta persona debe realizar su
actividad a 144 lpm.
Lo primero que debes hacer para iniciar un entrenamiento por rangos de FC,
es establecer tu objetivo y después elegir tu rango de entrenamiento. Los rangos
aconsejables son del 70% al 80% de tu FCMáxima, pero dependiendo del objetivo que tengas deberás elegir un porcentaje
u otro. Cada rango corresponde a diferentes mecanismos metabólicos o de
transporte respiratorio en tu organismo.
50%-60%
Es la zona para quemar grasas. No se producen
adaptaciones a menos que el nivel del deportista sea muy bajo y es una
intensidad de entrenamiento que deben llevar aquellos que inician un trabajo de
carrera (acondicionamiento básico), para recuperar tras un entrenamiento
intenso, para programas de rehabilitación, o para programas de pérdida peso(sesiones superiores a
45 minutos).
60%-75%
Es la zona
óptima para que tu corazón trabaje lo suficiente y con margen
de mejora,
produciéndose adaptaciones, fortaleciéndolo y acondicionándolo para un
posterior trabajo moderado y sin dolor. Es un rango de entrenamiento
recomendado para mantenimiento físico y salud a través de carreras largas y
suaves.
75%-85%
Es una zona
aeróbica alta, la percepción que puedes llegar a tener con estas intensidades
es la de un “trabajo duro”. Trabaja de forma importante tu sistema
cardiorespiratorio, aumentando tú potencia aeróbica y
fortaleza física a través del trabajo de cambios de ritmo (fartleks), carreras largas o subidas y bajadas.
85%-90%
Es la zona
anaeróbica. Su principal beneficio es incrementar la habilidad de tu organismo para
metabolizar ácido láctico. Entrenando con esta intensidad conseguimos trabajar
más duro el mayor periodo de tiempo posible antes de cruzar la línea de deuda
de oxígeno. Es una intensidad indicada en periodos de competición y se entrena a través de series(siempre cortas) y, por otro lado,
en carrera. No es nada
recomendable mantener esta intensidad un largo período de tiempo, en cualquier
caso, no más de 15 minutos.
90%-100%
En esta zona
tus músculos usan más oxígeno del que tu cuerpo puede ofrecerte. Se trata de
una intensidad de trabajo en la que corres tan rápido como tu cuerpo te lo permite pero en
cortos periodos de tiempo, siempre por encima del umbral anaeróbico (con deuda
de oxígeno).
Un ejemplo
de entrenamiento en este rango sería: 10×400, con recuperaciones entre series
hasta bajar al 70%. Sólo deberías trabajar bajo estas intensidades si estás muy
bien entrenado.
Fuente: Foroatletismo.com
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