Hoy nos ponemos manos a la obra, de nuevo, siguiendo la “liturgia” anterior a un maratón, es una costumbre o una manía, que normalmente tengo antes de ponerme en la línea de salida de la distancia reina del atletismo, si bien, cada vez me prodigo menos, pues es cierto que los años no pasan en balde, a pesar de que la ilusión siempre sigue en pie, cada vez que me pongo un dorsal para recorrer los 42 y pico.
De nuevo toca mi maratón preferido, de nuevo toca el Quijote Maratón de Ciudad Real, nuestro maratón, el de Castilla-La Mancha, además este año con recorrido modificado, que en mi opinión es un gran acierto de la organización, pues en su mayor parte será por las calles de la capital, eliminando muchos tramos del extrarradio, algo que es de agradecer y que será un acicate más para esta edición.
Significar que será mi octava Quijote Maratón, y la número 34 en la que me ponga en la línea de salida, y a pesar de algunos problemas de última hora, que espero no vayan a más, la ilusión sigue intacta, pues la preparación, que, por supuesto nada ha tenido que ver con las de antaño, ha sido buena, con tiradas largas, algunas series y varios rodajes, además de las competiciones del circuito de carreras de C. Real, que sin duda han condicionado también la preparación, pues la lucha por lograr vencer en la clasificación final de dicho circuito en mi categoría, me han hecho disputar todas las carreras a tope y quizás no llegar tan “fresco” a esta cita.
Junto con mi compañero de club Dito, que también disputaremos
el campeonato regional absoluto, y otros más de 1.000 inscritos en todas las
distancias, (recordemos que se corren paralelamente, un 10K y una media), estaremos
dispuestos a disputar y disfrutar de un domingo marcado en rojo en el
calendario, que espero me vuelva a traer una gran satisfacción, pues el
objetivo será ese, disfrutar una vez más de la distancia de Filípides.
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