El domingo pasado fue un día que tenía marcado en mi
calendario deportivo, no porque fuese un objetivo principal, sino porque sería
una prueba de fuego 15 días antes de mi objetivo más inminente como es el
maratón de Castellón.
Quizás esta prueba estaba muy próxima a la fecha del
objetivo principal, pero por comodidad, por ser una prueba en la que nunca
había estado, por ser una carrera del circuito y porque me apetecía correr en
Miguelturra, decidí que debía ser la media maratón de prueba para saber mi estado
de forma real y afrontar así el maratón con un objetivo realista.
Este año la organización cambió el recorrido haciéndolo
mucho más duro con una subida bastante pronunciada y larga en el kilómetro 16,
que añadido a correr por caminos rurales con subidas y bajadas y un molesto
aire hacían que esta prueba no fuese para hacer una marca de relumbrón.
Viendo todas estas circunstancias el objetivo inicial era
correr a un ritmo próximo a 4’ el kilómetro o algo más rápido y así comencé la
carrera, decidido a marcar un tiempo final que rondara o bajara de 1h24’, y
sobre todo a tener sensaciones positivas.
Como el viento era molesto y pegaba de cara en los primeros kilómetros
decidí refugiarme en un gran grupo, que llevaba eso sí, un ritmo un poco más
rápido que el que yo tenía programado y quizás fue una de las causas de sacarme
de punto en los primeros kilómetros pagándolo durante todo el recorrido.
Los kilómetros fueron pasando entre alguna subida y bajada y
ya en el kilómetro 9 un giro a la izquierda hizo que el aire ya pegase
solamente de lado por lo que decidí descolgarme del grupo pues iba muy forzado
y nunca con buenas sensaciones, al poco una torcedura de tobillo hizo que
corriese algunos metros apoyando mal y me empezó a doler el tensor de la fascia
lata, una antigua lesión, decidí entonces parar y hacer un estiramiento para
comprobar que podía seguir, solamente perdí unos 20 segundos y a partir de ahí
continué a un ritmo inferior, pues hasta entonces el ritmo era inferior a 4’ el
kilómetro.
Ya con el aire a favor los kilómetros iban pasando y las
buenas sensaciones brillaban por su ausencia, por lo que la cabeza empezaba a
dar vueltas, los pensamientos empezaban
a ser negativos y el ritmo iba en
decadencia a espera de la anunciada cuesta, incluso tuve que parar otros 20”
para hacer otro estiramiento.
Un primer kilómetro suave que tendía para arriba daba paso a
una dura cuesta de otros 1000 metros hasta coronar en la Ermita de San Isidro
me puso a prueba, la verdad es que me costó, pero donde realmente sufrí fue en
la bajada repentina pues el temor a romperme era grande, los 3 kilómetros
siguientes hasta meta, pasando por el centro del pueblo, los hice dejándome llevar
y deseando ver la meta lo antes posible pues cada vez me encontraba peor con
los músculos doloridos.
El tiempo final 1:27:08 a 4’07”, sin duda un tiempo mucho peor de lo esperado, pero lo que más me dolió fueron las malas sensaciones durante toda la carrera a tan solo 15 días del maratón dejándome un mal sabor de boca que tendré que gestionar el los pocos entrenos que me quedan.
El tiempo final 1:27:08 a 4’07”, sin duda un tiempo mucho peor de lo esperado, pero lo que más me dolió fueron las malas sensaciones durante toda la carrera a tan solo 15 días del maratón dejándome un mal sabor de boca que tendré que gestionar el los pocos entrenos que me quedan.
Esta media maratón ha sacado a relucir mis irregulares
entrenamientos durante estas 10 semanas, dándome a entender que el objetivo
inicial que era de bajar de nuevo de las 3 horas en Castellón es bastante
ambicioso por lo que tendré que rebajar dicho reto si no quiero sufrir en los
largos 42 kilómetros y pico, aunque una vez entrados en carrera serán las
sensaciones las que me digan si arriesgar o simplemente completar la maratón lo
más cómodo posible pues hace apenas 3 meses dudaba mucho sí podría correr una
maratón este año.
Kino, como comentas el reto era ambicioso, pero merecía la pena intentarlo; estas a tres días de la prueba, espero que estés relajado y confiado, no será la prueba soñada pero haras una buena carrera, ¡Suerte!, ¡Vista! y ¡al Toro!.
ResponderEliminarSaludos, Emilio Díaz.