MARATON DE MADRID, SUFRIDO Y DISFRUTADO A LA VEZ.

Nunca es fácil cumplir con un reto, por eso lo es, si fuese sencillo dejaría de serlo, por eso hasta que no se consigue no se puede cantar victoria y aunque creas que estas cerca no debes confiarte, pues es ahí donde puede estar la clave del éxito, y en este caso he estado a punto de caer en esa confianza, creer que el maratón se le vence sin apenas esfuerzo es un error del que  he aprendido en esta ocasión, por eso esta prueba es tan mítica, una prueba dura y larga donde puede pasar de todo y cualquier circunstancia o detalle te puede dejar sin vencer a los 42 y pico.

Esta vez el reto no era complicado pues la consigna era disfrutar de principio a fin, pero también quería lograr completar en 7 meses 4 maratones con una media más baja de las 3 horas por maratón, para ello tenía un buen colchón o así lo creía, y el maratón de Madrid sería tranquilo, pues el margen era cercano a los 6 minutos, y aunque el recorrido es duro por sus continuas subidas y bajadas, pero como he dicho antes el maratón es el maratón y hasta cruzar la línea de meta no se puede cantar victoria. 

El viernes una visita a Madrid  junto con mi hermana donde recogimos el dorsal, bueno, los dorsales, pues el domingo nos desplazábamos a la capital un total de 16 atletas del C.A. Membrilla, y aprovechamos para recoger prácticamente todos los dorsales, para así el domingo no tener problemas de tiempo y hacerlo todo más tranquilo.

El domingo a las 4 de la mañana sonaba el despertador, había que desayunar, pues poco después de las 5 salía el autobús de 30 personas, entre animadores y atletas por lo que pasadas la 7 de la mañana ya estábamos en Atocha, para prepararnos para recorrer las calles madrileñas.

A las 8:30h comenzó la prueba de los 10K, con Ángela en liza junto con otras compañeras del club, Pilar, Mª Del Mar, Mayte, Cristóbal y Rosa, mientras yo junto con Ramón me preparaba para media hora después comenzar la prueba, y donde Ángela lograba bajar de la hora en un circuito duro.

Junto con el maratón salía la prueba de media maratón, por lo que junto a Ramón estuve calentando un poco, no obstante, salíamos juntos desde el cajón 2, así pues todo preparado para disfrutar.

A las 9:05h se daba la salida y como si no hubiese distancia para cansarsemuchos atletas nos dejaron atrás, ya que Ramón decidió ir conmigo, pues la media maratón se separaba de la maratón en el km 17, por lo que los participantes de la maratón y de la media maratón compartimos esos kilómetros juntos.

Primeros kilómetros y las sensaciones no eran buenas, aunque sabedor que la Castellana pica para arriba la piernas iban cargadas, cosa que se fue solucionando con el paso de los kilómetros obteniendo buenas sensaciones a partir del km 5.

Ya cerca del km 9 mi hermana y Matu cámara en mano nos daban ánimos, más tarde el segundo avituallamiento líquido donde aproveché para tomar mi primer gel, algo que marcaría la carrera hasta el final, pues al poco de ingerir dicho gel el estómago empezó a quejarse y a pesar de que las piernas iban genial el cuerpo no iba también.

El paso por el km 10 fue de 43’50”, a un ritmo muy cómodo de 4’23”, Ramón seguía conmigo pues también llevaba problemas estomacales y decidió no arriesgar y llegar con fuerza al final, los kilómetros pasaban y las molestias estomacales no me abandonaban, sin duda el gel no lo había digerido bien a pesar de haberlo probado antes, y eso me obligaba a beber muy poca agua y por supuesto a no comer nada.

Ya en el km 17 Ramón me daba ánimos y nos separábamos, el a partir de aquí cambió el ritmo y logró completar la media en 1:30:27, yo sin embargo seguía conservador, y al poco en la plaza de Callao, donde estaba situado el paso la media maratón lo hacía en 1:31:58, con un ritmo de medio de 4’22”.

Poco después en la calle Preciados mi hermana y Matu de nuevo dándome ánimos con la bandera del club, unos metros más adelante, en la misma Puerta Del Sol,  la expedición del C.A. Membrilla que ya había finalizado el 10k, y donde al ver a Ángela me di la vuelta para darle un beso, comentándole que el estómago era mi preocupación, pues de piernas iba fenomenal disfrutando del maratón.

Km 25, decido tomar una gominola que llevaba, pues al menos era avituallamiento sólido, un poco de agua y a esperar, ya en el km 28 me esperaba mi compañero del maratón de Castellón, Araujo, el bueno de Alberto me había comentado que me acompañaría los kilómetros de la Casa de Campo, algo que sin duda le agradecí, pues esos kilómetros son los más tristes y duros psicológicamente del maratón, disfrutando de su compañía y de ese gran detalle, pero seguía con los problemas estomacales.

Tras la subida de la cuesta de la salida de la Casa de Campo, empecé a notar que ya no iba tan bien y que la falta de comida e hidratación me pasaría factura pues la calor apretaba, en el km 36 empiezo a sufrir y tras una subida en el 38 pillo a Amílcar, el otro compañero del maratón de  Castellón que curiosamente alcancé a pesar de ir tocado, pero él lo iba más.

Quedaban 4 kilómetros que se me iban hacer una eternidad, no obstante no paraba de adelantar a gente, había venido a disfrutar pero los últimos kilómetros fueron eternos, sin duda el dichoso gel del km 10 me marcó el maratón y tuve que gestionar y sufrir los últimos kilómetros que en este duro maratón pican hacia arriba, cosa que tampoco ayudaba, iba justo de tiempo para conseguir el reto, había que luchar y ahora los cuádriceps también se sumaban a la fiesta de las molestias.

Ya estaba en la recta, había dejado atrás la estación de Atocha, diviso a mi hermana, Matu, posteriormente a Ángela, era la recta final en el Paseo del Prado, estaba echo mi cuarto maratón en Madrid, mi maratón número 23, miro el reloj y veo que lo voy a conseguir, que me sobraran algunos segundos, al final 3h05’28” a ritmo de 4’23”, llego tocado y rápidamente me voy al servicio, luego me recreo y descanso, Ángela me espera en la fuente de Cibeles, me cambio de ropa y poco a poco me voy recuperando.

Posteriormente comida con gran parte de atletas del club y a celebrarlo, el reto ha sido completado no sin sufrimiento, 7 meses, 4 maratones, 11 horas 59 minutos y 40 segundos, ahora toca recuperarse, aunque creo que me va a costar pues el siguiente reto depende de esta recuperación.

Por lo que respecta al resto de populares desplazados del club comentar que casi todos cumplieron con creces sus objetivos, al igual que Narciso en Viena y los que se desplazaron a Argamasilla de Alba con Manuel a la cabeza. ENHORABUENA A TODOS!!