Al cruzar la meta hace una semana del duro maratón de
Madrid, pensé que en el estado que llegaba de deshidratación la recuperación
sería larga, más que en otros maratones, aunque tuviese a mi favor que el
desgaste muscular fuese menor, pues bien, nunca acabaré de aprender de mi
cuerpo, y este por llevarme la contraria a recuperado casi mejor que ningún
maratón de los que he corrido, algo que sin duda me ha sorprendido y he
comprobado 7 días después.
Este domingo pasado se celebraba en la cercana localidad de
Moral de Calatrava una carrera diferente, la quinta edición de la llamada URBAN
TRAIL MORAL EXTREME, una carrera sobre un trazado peculiar, duro y divertido,
primera parte por la localidad con una dura subida, y la segunda parte donde se
salía al monte, subiendo un cerro con su posterior bajada que finalizaba en
meta de nuevo en la población, además la meteorología también fue determinante,
pues las fuertes rachas de viento y la granizada que nos cayó, hizo de esta
prueba más dura aún si cabe, si bien hay que decir que la organización estuvo
sobresaliente, una localidad que se vuelca con la carrera y que nos trata
fenomenalmente.
Cerca de las 9 de la mañana 8 atletas del club nos desplazábamos
a dicha localidad con la intención de disfrutar de esta carrera especial,
aunque la meteorología no acompañase. Yo en lo personal serían las primeras zancadas
tras el maratón y no sabía cómo iba responder si bien en el calentamiento
previo que realice junto con Manuel y José Carlos las sensaciones no eran malas
y parecía que no había dolores por ningún lado.
A las 10:30 se dio la salida a unos 250 participantes, y
pronto formamos un grupo Manuel, José Carlos y yo, al que se unieron algunos
atletas más, yendo a ritmo cómodo y algo reservón de inicio pues sabíamos lo
que nos esperaba, no obstante los primeros kilómetros iban cayendo por debajo
de 4’, aunque la cuesta del km 4 costó, pero la sensaciones eran buenas y ahí
me puse en cabeza del trío membrillato, aunque pronto Manolo me relevaría, y
José Carlos quedaría algo descolgado.
Al salir al campo me puse por delante de Manuel a darle
relevo y al ir cómodo y con buenas sensaciones y pasado el kilómetro 5 dejé su compañía,
pues tras Manuel venía un “rival” de mi categoría y ese fue el motivo de dejar
atrás a Manuel, pues en un principio tenía decidido aguantar con él, la subida
fue dura pero con el viento a favor se hizo más llevadera y llegando arriba ya
en el kilómetro 7 la bajada fue rapidísima, cosa que me produjo un flato que
tuve que aguantar hasta meta, aire en contra, lluvia y Manuel que no conseguía
dejar la compañía de mi “rival” y me hizo tirar hasta prácticamente los metros
finales donde esperé a Manuel para entrar una vez más, juntos de la mano, con
un tiempo de 39’06”, consiguiendo esta vez ser los dos campeones de nuestras
respectivas categorías, siendo 10º y 11º de la general, llevándonos una gran
recompensa al esfuerzo realizado, pero yo en especial más alegría por comprobar
que tras el maratón la recuperación había sido muy rápida, si bien y aparte del
flato tuve algunos dolores musculares en mis maltrechos cuádriceps.
Al poco entró José Carlos, segundo en la categoría de
veteranos B, pero que subiría al podio en primer lugar por la no acumulación de
premios, también Manoli Morales vencería en su categoría y Mª Teresa
Ballesteros sería 2ª de la suya, por lo que la expedición de 8 atletas del C.A.
Membrilla sin duda triunfó en esta carrera, sin olvidar al resto de atletas,
Alfonso Bellón, Juan Pablo y Mateo Paz que también recuperaba bien tras su
maratón de Madrid.
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