martes, 1 de mayo de 2018

URBAN TRAIL MORAL EXTREME. UNA SEMANA DESPUÉS DEL MARATÓN TRIUNFAMOS EN UN DURO 10K.


Al cruzar la meta hace una semana del duro maratón de Madrid, pensé que en el estado que llegaba de deshidratación la recuperación sería larga, más que en otros maratones, aunque tuviese a mi favor que el desgaste muscular fuese menor, pues bien, nunca acabaré de aprender de mi cuerpo, y este por llevarme la contraria a recuperado casi mejor que ningún maratón de los que he corrido, algo que sin duda me ha sorprendido y he comprobado 7 días después.
Este domingo pasado se celebraba en la cercana localidad de Moral de Calatrava una carrera diferente, la quinta edición de la llamada URBAN TRAIL MORAL EXTREME, una carrera sobre un trazado peculiar, duro y divertido, primera parte por la localidad con una dura subida, y la segunda parte donde se salía al monte, subiendo un cerro con su posterior bajada que finalizaba en meta de nuevo en la población, además la meteorología también fue determinante, pues las fuertes rachas de viento y la granizada que nos cayó, hizo de esta prueba más dura aún si cabe, si bien hay que decir que la organización estuvo sobresaliente, una localidad que se vuelca con la carrera y que nos trata fenomenalmente.
Cerca de las 9 de la mañana 8 atletas del club nos desplazábamos a dicha localidad con la intención de disfrutar de esta carrera especial, aunque la meteorología no acompañase. Yo en lo personal serían las primeras zancadas tras el maratón y no sabía cómo iba responder si bien en el calentamiento previo que realice junto con Manuel y José Carlos las sensaciones no eran malas y parecía que no había dolores por ningún lado.
A las 10:30 se dio la salida a unos 250 participantes, y pronto formamos un grupo Manuel, José Carlos y yo, al que se unieron algunos atletas más, yendo a ritmo cómodo y algo reservón de inicio pues sabíamos lo que nos esperaba, no obstante los primeros kilómetros iban cayendo por debajo de 4’, aunque la cuesta del km 4 costó, pero la sensaciones eran buenas y ahí me puse en cabeza del trío membrillato, aunque pronto Manolo me relevaría, y José Carlos quedaría algo descolgado.
Al salir al campo me puse por delante de Manuel a darle relevo y al ir cómodo y con buenas sensaciones y pasado el kilómetro 5 dejé su compañía, pues tras Manuel venía un “rival” de mi categoría y ese fue el motivo de dejar atrás a Manuel, pues en un principio tenía decidido aguantar con él, la subida fue dura pero con el viento a favor se hizo más llevadera y llegando arriba ya en el kilómetro 7 la bajada fue rapidísima, cosa que me produjo un flato que tuve que aguantar hasta meta, aire en contra, lluvia y Manuel que no conseguía dejar la compañía de mi “rival” y me hizo tirar hasta prácticamente los metros finales donde esperé a Manuel para entrar una vez más, juntos de la mano, con un tiempo de 39’06”, consiguiendo esta vez ser los dos campeones de nuestras respectivas categorías, siendo 10º y 11º de la general, llevándonos una gran recompensa al esfuerzo realizado, pero yo en especial más alegría por comprobar que tras el maratón la recuperación había sido muy rápida, si bien y aparte del flato tuve algunos dolores musculares en mis maltrechos cuádriceps.
Al poco entró José Carlos, segundo en la categoría de veteranos B, pero que subiría al podio en primer lugar por la no acumulación de premios, también Manoli Morales vencería en su categoría y Mª Teresa Ballesteros sería 2ª de la suya, por lo que la expedición de 8 atletas del C.A. Membrilla sin duda triunfó en esta carrera, sin olvidar al resto de atletas, Alfonso Bellón, Juan Pablo y Mateo Paz que también recuperaba bien tras su maratón de Madrid.

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