martes, 26 de octubre de 2021

QUIJOTE MARATON DE CIUDAD REAL (MI CRÓNICA PERSONAL)

Las sensaciones al cruzar la línea de meta en un maratón son muy difíciles de explicar, el que lo ha corrido lo sabe, pero el que no lo ha hecho es muy complicado ponerle en situación y máxime si no se dedica a este deporte. Como explicarle a alguien que tras varias semanas de esfuerzo y dedicación, sacrificando varias cosas importantes de tu quehacer diario, madrugando los domingos, restando tiempo a tu familia y amigos, entrenando algunos días con pocas ganas, etc., que llega el día del maratón, se completa, haciendo un gran esfuerzo y llegando justo de fuerzas, poniendo tu cuerpo al límite, que al siguiente día apenas te puedes mover…, como explicarle que correr un maratón y cruzar la línea de meta merece muy mucho la pena, que se siente algo especial, que se lo recomendaría a cualquiera, y que sin embargo no se explicar exactamente con palabras el porqué…, debe ser parecido a ser seguidor del Atleti, jejeje.


Este domingo pasado volví a correr un maratón, fue mi maratón 33, y el 7º en Ciudad Real, y es cierto que cada maratón tiene algo especial, siempre hay algún motivo, para estar nervioso, para motivarse, para sentir ese gusanillo, esta vez era la vuelta tras la pandemia, además acompañar a un gran compañero y amigo a debutar en esta distancia, pero sobre todo a volver a sentirme maratoniano.

El sábado por la tarde, y como ya es costumbre en todas las maratones y medias maratones que he disputado y disfrutado en la capital, fuimos a recoger el dorsal, esta vez no fue en el centro, sino en el mismo polideportivo donde estaba situada la meta, con ambiente maratoniano, nos saludamos con muchos conocidos y amigos, incluso nos fotografiamos con el mismo Don Quijote y Sancho!!!

Todas esas premisas se cumplieron el día D, pues amaneció un día espectacular para correr, temperatura ideal, sin viento, aunque algo desolado, el circuito era rápido, la compañía inmejorable, por lo que se planteaba el escenario ideal para pasar un buen día, como así fue.


Tras el previo y corto calentamiento nos pusimos en línea de salida, era su debut, pero asombrosamente Fernando estaba muy tranquilo, pistolezo y nos ponemos en marcha, el grupo te arrastra y aunque intento controlar se nos va un poco el primer kilómetro, 4’28”, eso no era lo previsto, pero las sensaciones eran inmejorables, Fernando que iba muy, muy bien, por lo que aunque algunos kilómetros aflojamos un poco el ritmo medio se torna en 4’33” y los kilómetros van cayendo.

Personalmente me encontrada muy bien, las sensaciones eran ideales y estaba disfrutando como un enano, volvía a mi hábitat, además también veía como Fernando iba perfectamente, denotando que una vez más el plan de entrenamiento iba dando sus frutos, ya en el kilómetro 18 se nos une Manolo, que ni corto ni perezoso, y una vez más, se llevó su bicicleta para acompañarnos, todo eso, después de haberse metido un 10K en 37 y pico, ganando en su categoría, simplemente espectacular, no concebiría correr un maratón de Ciudad Real sin Manuel acompañándome, 7 maratones y 7 veces que ha estado a mi lado, a pesar de tener la espita clavada de no haberlo podido correr nunca, “por ahora”.


Pasamos la primera vuelta, la alfombra que esta vez estaba en el kilómetro 21 justo marca 1h35’46”, la media maratón unos 30 segundos más, por lo que ritmo seguía siendo muy ambicioso, pero las sensaciones seguían siendo inmejorables.

Durante el recorrido pocos corredores nos encontramos, y a los pocos que lo hicimos fuimos dando buena cuenta de ellos, lo que hacia que la moral de Fernando subiese cada vez más a pesar de notar algunas molestias en su isquio, con lo que debíamos animar a Fernando, el momento más delicado, pero ya estábamos en el km 36 y si en un maratón no sufres un poco no lo valoras de igual manera, era lo que tocaba.


El ritmo no decaía y llegamos a los últimos kilómetros, ahora era disfrutarlos, y Fernando ya se sentía maratoniano, sufriendo y disfrutando a la vez, eso es el maratón.


Los últimos metros fueron espectaculares, como siempre, me vuelvo a emocionar, gran animación en la parte final, y Manolo nos da la bandera del club, los colores de Membrilla con nuestro escudo, Virgen del Espino, Membrilla.., nos menciona el spiker, (Iván Palero), cruzando el tartán de la pista de atletismo, eran los últimos metros, los pelos de punta, un abrazo y de nuevo alguna lagrimilla de emoción, objetivo conseguido, la preparación dio su fruto, el esfuerzo y sacrificio por conseguir este reto ha sido compensado con creces.

Mi maratón 33, quien me lo iba a decir, aunque es la primera vez que no consigo bajar de los 180’ en Ciudad Real, fue lo de menos, las 3h10’44” en las que se paró el crono me daban igual, bueno quizás no, era un éxito, un grandísimo logro para un debutante, Fernando consiguió mejorar con mucho las mejores expectativas, y aunque sufrió algo, (el maratón no se entendería sin ese detalle) disfrutó, ya hay un maratoniano más, corrimos en positivo, a ritmo medio de 4’31”, bajando casi dos minutos el tiempo de la primera mitad,  ENHORABUENA FERNANDO!!

Esperemos esto sea un nuevo punto de partida, detrás de este vengan muchos más, por supuesto no fue mi debut, pero también me sentí como un debutante, volvemos a la distancia preferida año y medio después, después de una pandemia, que aún sigue, después de varias lesiones y problemas físicos que aún arrastro, después de muchas dificultades para entrenar, pero volvemos, disfrutamos, y esperemos seguir haciéndolo.

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