Terminamos la trilogía de medias maratones, con buen balance, a medias…, los resultados no han estado nada mal, las sensaciones muy lejos de las esperadas, pero no voy hacer un montón de un grano o dos, y seguiremos buscando esas sensaciones que me hagan disfrutar, aunque sea sufriendo, pues es lo que tiene este deporte, como todos imagino, la experiencia es un grado y estoy seguro que esas buenas sensaciones llegarán, y no tardando.
Temprano llegamos en grupo al pueblo ferroviario por antonomasia, recogida de dorsal y a hacer un calentamiento, un poco más largo de lo normal, el Quijote Maratón espera, y aunque hoy era día de test, hay que seguir sumando kilómetros.
Salida a ritmo marcado, con los compañeros, parecía que iba a ser el día y subo un punto más el ritmo, a pesar de la calor, aguanto bien hasta el km 10, donde me doy cuenta que las piernas van bloqueadas, a sufrir toca.
Detrás de mi amigo “Salas” aguanto como puedo, pero en el km14 le digo que no puedo más, que reduzco la marcha y me dejo llevar, en el km18 me veo superado por otro amigo de la categoría, pero no dejo que se marche mucho, y vuelvo a coger sensaciones, aprieto lo dientes y en un final “tremendo” vuelvo adelantarlo y conseguir la 3ª plaza M50, con un tiempo de 1h25’14”, maquillando y alegrando la mañana, subiendo nuevamente al podio a por un bonito trofeo.
En conclusión, estoy lejos de donde quería, pero no me rindo tan fácil, seguiremos intentándolo, buscando esas sensaciones, esos ritmos de antaño, pero sobre todo, buscaremos esas sensaciones con las que disfruto con este deporte.
Al final, y como siempre que visitamos Alcázar últimamente, comida
de hermandad con mis compañeros y amigos, sin duda lo mejor.
Nos vemos en Tomelloso, previo al Quijote Maratón. SALUD Y KMS.
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