De nuevo manos al teclado, y no es para hacer una crónica de
alguna carrera ya finalizada, hoy de nuevo toca hacer una crónica previa a una carrera, costumbre que no
quiero perder antes de alguna competición importante, especialmente maratón, es
como si fuese un ritual, tradición o manía, que prácticamente desde que tengo
el blog suelo hacer, soy persona de costumbres, y hoy toca seguir con ellas…

Durante el fin de semana, aparte del MAPOMA en la capital del reino, se celebrará en
la renovada pista verde del Polideportivo Rey Juan Carlos I, las 24 horas de
Ciudad Real (Premio Diputación), donde habrá distintas modalidades, 24h, 12h,
6h, 3h y maratón, y a esta última distancia nos inscribimos hace algún tiempo,
sin mucha convicción, pero con la ilusión de volver a completar un maratón en
pista, un reto que no es moco de pavo, pues la psicología y los continuos giros
a la pista en una misma dirección, amén de la distancia, son un hándicap a
superar, pero por ello es un reto que me ilusiona.

Cuando crucé la línea de meta en el pasado maratón de
Castellón, aunque lo completé, la sensación fue agridulce, de que no disfruté
de mi distancia favorita, si bien arriesgué, quizás más de la cuenta, y me
olvidé de eso, de DISFRUTAR, enseguida pensé que el próximo saldría a
disfrutarlo, olvidándome un poco del crono, por lo que comencé a entrenar y
competir en “MODO DISFRUTÓN”, sin llegar a esa sensación de sufrimiento que, a
veces, sí o sí, hay que tener en este deporte, el darlo todo, pero todo en su
momento, seguro que llegará, somos jóvenes, a pesar de lo que piensen algunos.

No todos, pero por lo general, cuando me pongo en la línea
de salida de un maratón, lo he entrenado concienzudamente, con tiradas largas,
series y entrenos de fuerza, he cuidado los detalles, y he llegado en un buen
momento de forma, pero esta vez no es el caso, y aunque no he dejado de
entrenar o competir, lo he hecho muy relajado, sin excesivo kilometraje y pocas
series, por lo que en esta ocasión será una incógnita el comportamiento que el
cuerpo tenga, si bien, y aunque no sea miedo, seguimos teniendo mucho respeto
a la distancia, a pesar de ser la maratón número 37 en la que me ponga en la
salida, por lo que esta vez, como alguna vez ya he hecho, el crono será
secundario, y el objetivo es finalizarlo disfrutando de la distancia que tanto
me gusta, quitándome ese sabor agridulce, (o “recochura”, como dicen
los de Tomelloso), de la anterior maratón.
No será la primera vez que haga un maratón dentro de una
pista, pues allá por el año 2.013 completamos en Membrilla, el maratón benéfico
“Leo Condés”, para, entre otras cosas, celebrar mis 42 años 195 días, posteriormente
en 2017 completaríamos, en el mismo escenario, 50kms solidarios en pista, por lo que hay
alguna experiencia, pero sin duda, cada maratón es diferente, y allá vamos, el
domingo, mucho de antes de que salga el sol, con la ilusión de un principiante estaremos en la salida.
SALUD Y KMS