No era mi intención hacer ningún cross esta temporada, pues
no es una modalidad en la que me sienta muy a gusto, los ritmos son muy rápidos
y para no sufrir hay que entrenarlos, algo que en principio no entra en mis
objetivos, si bien es una bonita modalidad, es atletismo puro y se vive de una
forma diferente a otras pruebas, y más cuando ves a los pequeños correr y darlo
todo, luego haciendo amistades, disfrutando de los entornos…, vamos añoranzas
de la infancia, que sin duda es bueno recordar y máxime cuando tu hija te pide
que la acompañes y le des ánimo, pues si es verdad que el plan era otro, esta
vez no me pude resistir a la alternativa, también correría y además disfrutaría
viendo a mi pequeña.
Virginia se marchó en el autobús con sus compañeras y
compañeros de las escuelas deportivas, mientras yo me desplazaba con mi coche y
durante el camino veía como el termómetro del coche marcaba en ocasiones -6ºC,
sin duda una mañana gélida aunque el sol empezaba a apretar y no hubo mucho
aire, algo raro en la sierra de los molinos, pero la verdad que no hizo mala
mañana a pesar de las temperaturas iniciales.
Tras recoger el dorsal, saludar a amigos y conocidos, nos
dispusimos hacer un largo calentamiento, unos 7 kms, lo que hizo que la salida
no me pillase tan frio, aunque es cierto que tras el pistoletazo a las 10:45h,
me quedé en cola del buen grupo de veteranos que participó en la prueba.
No quería sufrir en el duro circuito de 2.000 metros, con
constantes subidas y bajadas y suelo muy deforme, había que dar 3 vueltas, o
sea, 6.000 metros en los cuales fui poco a poco sintiéndome cómodo, pero ya
digo, nunca fui a ritmo demasiado exigente aunque sí forzando más de lo
previsto.
Al final a ritmo de 3’50” según el GARMIN en los 5.800
metros que me midió el GPS, finalizando la prueba en 22’02 y siendo 5º de mi categoría
de veteranos B, en una prueba con gran nivel, donde volví a denotar que estas
pruebas no son las mías, a pesar de haber disputado unas cuantas carreras de
navidad hace unas semanas de distancias similares.
Tras finalizar hicimos un descalentamiento, si bien tuvimos
que hacer una pausa, pues el calentamiento de Virginia lo hicimos juntos pues
poco después hizo su carrera.
No es fondista, pero le gusta mucho el deporte, así pues a
pesar de no entrenar mucho el fondo se atrevió con los 1500 metros, corriendo
junto a su amiga, y haciendo deporte, en particular este que a su padre tanto
le gusta y que de pequeño también practicaba.
Virginia llegó a meta habiéndolo dado todo a pesar de haber
salido regulando, una carrera inteligente, junto con su compañera Cati, después fueron a investigar y ver el
funcionamiento de los molinos de viento, degustando la típicas gachas
manchegas, por lo que disfrutó de lo lindo.
Yo una vez finalizada la carrera Virginia hice otro rodaje de más de 8kms por el bonito paraje de dicha
sierra y sus alrededores, siendo una mañana productiva y consiguiendo cumplir,
casi, con el plan de entrenamiento
establecido, si bien también me quedé con ganas de haber rodado junto al grupo
de entrenamiento, y antes haber visto en tv a nuestro Venenoso “Chiki” Pérez
batir su MMP, bajando de los 28’, vamos que todo no se puede pillar.
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