Hace años que me recomendaron correr y disfrutar de la
Carrera Internacional Noche De San Antón en Jaén, pero la verdad es que siempre
me lo impedía el trabajo pues esta carrera se hacía siempre el día 17 de enero,
y normalmente este día era laborable, también era complicado hacerse de un
dorsal, y lo sigue siendo, pero ahora esta carrera se celebra en sábado y el
trabajo deja de ser excusa, por lo que este año sí, cogí dorsal, no solo para
mí, sino también para Ángela, también reservé alojamiento para disfrutar de esa
noche de las hogueras y la par de conocer la bonita ciudad de Jaén.
La llegada impresionante, con fuegos de artificio, que tan
poco gustan algunos, pero fue espectacular, una carrera en pareja, disfrutando
de cada metro, de cada zancada y quedando impresionados por el gran ambiente,
que aunque lo teníamos anunciado no pensábamos que fuese así.
Al final una marca de 57’11” con algunos metros de menos pero cierto, con más de 100 metros de desnivel, continuas subidas y bajadas,
Ángela hizo su MMP, y en ningún momento forzó, por lo que los entrenamientos
van dando sus frutos.
Ese fue el porqué nos desplazamos a disfrutar y conocer
dicha carrera, una carrera que sin duda merece muy mucho la pena y que es muy
recomendable, pues el gran ambiente que esa noche allí se vive es inigualable,
será por la multitudinaria participación, casi 10.000 participantes, será
porque no hay un solo metro donde no hay gente animando, o por su duro
recorrido, o por las antorchas…, muchas cosas que hacen que esta carrera sea
algo diferente, donde a pesar de correr en muchas de carreras, nunca he visto
una animación igual.
Tras una mañana de turismo tras recoger el dorsal, a eso de
las 7 de la tarde Ángela y yo nos dirigimos “calentando” hacia la salida, donde
seguimos calentando hasta completar unos 3kms, nos pusimos en el cajón de
salida correspondiente y a las 8 de la tarde se dio el pistoletazo de salida,
mucha gente y comenzamos bajando a ritmo de rápido para lo establecido, pues el
objetivo era disfrutar de la carrera y no sufrir, por lo que Ángela sería la
que llevase la batuta y el ritmo, el segundo kilómetro en una dura y larga
subida que dio paso al kilómetro 3 donde la gente no paraba de animar, mucha
no, muchísima gente en las dos aceras, con muchas antorchas a los márgenes, el
kilómetro 4 también en subida nos daría paso a el espectacular paso por la
catedral iluminada.
A partir de aquí el terreno se tornaba más favorable y el
ritmo en consecuencia fue “in crescendo”, hasta llegar al km 8 una larga recta
donde apenas quedaba espacio para correr pues la gente abarrotaba y anima sin
descanso, los bellos se ponían de punta y Ángela seguía con un gran ritmo.
El domingo seguimos con el turismo, visitando en familia la
capital jienense y sumando otra ciudad más visitada por culpa de este bonito
deporte, siendo un viaje provechoso y que mereció muy mucho la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario