Va siendo costumbre, estamos rompiendo las normas y no
estamos haciendo “lo políticamente correcto”, aunque de política…,
…,volvemos hacer una crónica tras un maratón y esta es la
quinta en cinco meses, y aunque probablemente no sea lo más aconsejable, ni por
asomo, y quizás sea un desafío algo arriesgado, es verdad que en contrapartida
hay que decir que de los 5 maratones en los que hemos tomado la salida en otros
tantos meses consecutivos, solamente uno de ellos lo hicimos a tope de nuestras
posibilidades, si bien, como siempre digo, un maratón es un maratón y hasta no
cruzar la línea de meta sea al ritmo que sea son muchas zancadas las que hay
que dar y muchas circunstancias por pasar.
Creo que he conseguido un reto u objetivo complicado, y no
solo por estar en 5 maratones en 5 meses, sino porque no se en cuál de ellos he
disfrutado más, pues cada uno, (como si de hijos se trataran), lo he disfrutado
de una manera distinta y no puedo decir cuál ha sido mejor, pero si puedo
asegurar que me lo he pasado genial en todos y cada uno de ellos, que he
disfrutado como “un enano” y que lo mejor de todo ha sido la compañía, empezado
por supuesto por Ángela que como siempre está en todos.
En Madrid volvía a repetir compañeros de viaje como lo hice
en Valencia en el mes de diciembre, con Jesu y Narciso, lo que garantizaba el
éxito, como así fue, durante la carrera y en los momentos anteriores y
posteriores, sin duda un fin de semana que se quedó corto, pero que seguro
repetiremos en más ocasiones, sea en esta plaza u sea en alguna otra.
Pasadas las 5 de la tarde del viernes llegábamos a Madrid,
dejamos las maletas en el hotel y disfrutamos de un pequeña visita al Museo
Reina Sofía, posteriormente unas cañitas y una cena hicieron que la tarde del
viernes pasase volada y apenas nos acordábamos que había que correr a otro día
pues pasada la media noche aún no estábamos en el hotel.
Posteriormente nos despedimos de nuestras incondicionales,
Jesu y Ángela y nos pusimos en nuestro cajón de salida, pues saldría 15 minutos
después que el anterior, es decir a las 9:05h, Carmena daba la salida y junto
con Narciso fuimos cogiendo posiciones, ritmo y buscando sensaciones.
Hasta el kilómetro 5, (Plaza Castilla), el recorrido pica
hacia arriba lo que hizo que pareciese que costaba más, pero el parcial fue de
25’24” a ritmo de 5’05”, y ese era el ritmo a seguir, el objetivo era que
Narciso completase este maratón disfrutando de inicio a fin y según los
entrenamientos este ritmo era ideal.
Pasado el km 8 vemos por segunda vez a Jesu y Ángela, sin
duda una alegría, Narciso iba muy bien y yo tenía que ir controlándolo pues
había que ser más conservador, aunque ya el paso por el km 10 fue de 49’14” y
el ritmo medio había bajado por debajo de 5’ de media el kilómetro.
Poco después nos dio alcance el GRAN Carlos Utrilla, (el de Campo de Criptana lleva la friolera de 112 maratones en sus piernas) y sin duda me dio una gran alegría, compartimos
con él varios kilómetros pero él, aunque iba regulando a la perfección llevaba
un ritmo superior a Narciso, aunque estuvo con nosotros hasta prácticamente el
kilómetro 18, mientras nosotros seguíamos con los mismos parciales, incluso
mejorando, si bien esta parte era favorable, cruzamos el km 15 en 1h14’.
En el km 19 de nuevo vemos a nuestras incondicionales,
bandera del club en mano, seguimos con buenas noticias, y a Narciso cada vez es
más difícil retenerlo, el garmin ya me marca una media de 4’58” el kilómetro y
llegando a Callao pasamos la media en 1h44’25”, sin duda en tiempo de bajar de
las 3h y media, pero también sabedor que lo más duro estaba por llegar.
El paso por el centro de Madrid, calle Preciados, La Puerta
del Sol, calle Mayor y Plaza de Oriente, fue espectacular, Narciso se emocionó
y se notaba en el ritmo, había que insistir en que guardase fuerzas.
El paso por el km 25 fue de 2h03’37”, y a partir de aquí
pocos serían los que nos adelantasen, pues fuimos continuamente adelantando
corredores a pesar de mantener el ritmo uniforme.
En la Puerta del Ángel a la entrada a la Casa de Campo nos
esperaban de nuevo Ángela y Jesu, eran fáciles de ver pues la bandera del C.A.
Membrilla ondeaba, Narciso iba como un tiro y le dije que aguantase un poco más
las fuerzas para que al salir de la Casa de Campo a darlo todo, pero era difícil,
yo mientras iba disfrutando corriendo a un ritmo muy cómodo aunque a veces me
notaba algo cargado, fui comiendo en todos los puntos kilométricos, naranjas,
plátanos, gominolas…, en fin, comida sólida, evitando los geles y probando una
nueva forma de avituallamiento, algo que intentaba también que no le faltase a
Narciso, y el paso por el km 30 fue de 2h29’, siguiendo con el ritmo “in crescendo”.
La salida de la Casa de Campo como siempre espectacular,
subida a gran ritmo de Narciso y posterior bajada por la avda. de Portugal, pasando
el km 35 en 2h53’, no parando de adelantar corredores, luego rumbo al Calderón cruzando
el río Manzanares por el puente de San Isidro y la dura y temida subida de la
calle Segovia dirección a la Ronda de Toledo, simplemente espectacular, hay me di
cuenta que íbamos a conseguir el objetivo, pues Narciso no paraba de disfrutar,
aunque si bien, había que sufrir hasta el final, un maratón no es fácil aunque
vayas bien y con fuerzas, pero en ese momento duelen menos la piernas, pues sabes
que el objetivo final está cerca.
Estaba en el bote, pero Narciso no aflojaba, seguía aumentando
el ritmo a pesar de decirle que se lo tomase con más calma y disfrutase aún más
si cabe de los últimos metros, se lo había ganado, sin duda espectacular.
Al final el tiempo fue de 3h28’13”, a ritmo de 4’57” el
kilómetro, entrando a meta de la mano con ellas la en alto, consiguiendo un
crono que en las mejores expectativas no entraba en las previsiones, pues si
bien, Narciso había entrenado muy bien, se lo había trabajado, en un recorrido
tan duro como lo es Madrid era muy difícil de bajar de las 3h30’, sin embargo
conseguimos hacer la segunda media, que es mucho más dura por su orografía, 39”
más rápida que la primera, y adelantando a más de 900 corredores a partir del
kilómetro 25, algo que sin duda nos dio un plus, pero donde Narciso consiguió
llegar a meta con la sensación de haber disfrutado sufriendo, pues un maratón,
como he dicho antes no es fácil.
Así pues otro maratón “oficial” más, 29 en total y 5 de
ellos en Madrid, esta vez disfrutándolo de otra manera, y llegando muy
satisfecho pues aunque me lo tomé como un entrenamiento, acompañar a Narciso en
su 11ª maratón y ver como lograba holgadamente su objetivo es motivo de ello.
Ya por la tarde, tras celebrarlo con unas cervezas y una
buena comida, nos pusimos en marcha para hacer un TOUR turístico por las calles
de Madrid, conociendo su historia y sus curiosidades.
También tuvimos la oportunidad de saludar a nuestra amiga
Idoia Esnaola que de nuevo estuvo en Madrid, rumbo a completar sus 100
maratones que si nada lo impide serán en Donosti este mes de noviembre.
Un fin de semana intenso donde disfrutamos de nuevo de
correr y también de una gran compañía, aprovechando para hacer turismo por las
calles de Madrid que no teníamos vistas, y así relajarnos con la tarea hecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario