“Hay momentos
en la vida que son únicos, compartirlos con personas sorprendentes los
convierten en momentos inolvidables” y “Lo único imposible es aquello que no
intentas”.
Dos frases hechas que pueden valer para resumir lo vivido el
fin de semana pasado, sin duda será un hecho difícil de olvidar, pero no
solamente ese fin de semana sino todo lo vivido anteriormente para lograr un
reto que hasta que no se vio cumplido en su totalidad veía muy lejos de
conseguir.
El viernes de madrugada 8 personas salíamos desde Membrilla
rumbo a la ilusión de conseguir aquello que habíamos trabajado, 4 cabezas
visibles y 4 menos visibles pero tan importantes para lograr el objetivo que
eran imprescindibles, pero no solamente durante el fin de semana, sino durante
varios meses que con su apoyo hicieron posible este sueño.
Tras un viaje largo, pero a la vez tranquilo, ameno y
entretenido nos encontramos en la capital cántabra, Santander, una bonita
ciudad, aunque poco pudimos ver, pues todo iba enfocado, esta vez, a la competición.
Llegamos al impresionante polideportivo situado al lado del
campo de futbol del Sardinero, polideportivo que presidia el parque atlántico
de la Vaguada de las Llamas, donde estaban instalando los arcos de salida y
meta y marcando el circuito.
Recogimos el dorsal con el primer contratiempo, Pedro no aparecía
en listado de inscritos de la RFEA del campeonato absoluto, pero nos dijeron
que no había ningún problema.
Foto con el organizador, Soto Rojas, que nos explicó a groso
modo como se desarrollaría la competición, los avituallamientos y demás,
también donde podíamos instalar la carpa que llevábamos y que así hicimos, para
que al siguiente día no tuviésemos que hacerlo apresuradamente.
Comida en el restaurante contiguo del parque y para el hotel
a descansar, preparar el avituallamiento y luego un pequeño paseo y tras la
cena temprana irse a dormir, el día sería muy largo.
A las 4:45h suena el despertador, había que desayunar y
prepararse, estábamos en el hotel oficial de la prueba donde coincidimos con
varios atletas que también disputaban la prueba, entre ellos el gran Asier
Cuevas que disputaría los 50kms, consiguiendo ser primero y la mínima para el
mundial.
Una vez ya en el circuito, preparamos nuestro
avituallamiento en el lugar correspondiente, algunas fotos para el recuerdo y
tras pasar cámara de llamadas ya estábamos preparados para la salida, con los
nervios a flor de piel, el reto ya estaba aquí.
Poco después de las 7 de la mañana salida muy tranquila
sabiendo lo que teníamos por delante, cada uno a su ritmo, Pedro algo más
rápido, luego Javi muy consciente de sus posibilidades y a otro ritmo Manuel y
yo, cercano a 5’05”, de echo el primer parcial fue de 25’24”, ritmo cómodo y
previsto, si bien las sensaciones no eran las mejores y los dolores iban
aflorando.
Las primeras vueltas fueron similares, Pedro acumulando
kilómetros a un buen ritmo, Javier le seguía de cerca y Manuel y yo con el
ritmo marcado, con algunas molestias que éramos conscientes que irían a más a
lo largo del recorrido.
Los avituallamientos eran perfectos, nuestras grandiosas
chicas lo llevaban a rajatabla, no faltaba de nada, atentas a todo lo que
solicitábamos, y el estómago asimilando el líquido y comida en forma de fruta,
geles, barritas u otros alimentos ligeros.
En el kilómetro 33 me separo de Manuel, él no iba lo cómodo
que le hubiese gustado y quería ser más conservador aún, pues la experiencia le
decía que esto iba a ser muy largo.
Ya en el km 37 Pedro me pasa como una bala, yo empezaba a
notar grandes dolores en el cuádriceps y en mi maltrecha rodilla, él iba con su
molestias en los tibiales pero quería aguantar a ese ritmo el máximo tiempo
posible.
Javier venia algo más atrás y poco antes del km 45 también
me pasa, iba cómodo, aún quedaba lo peor.
Manuel venia por detrás, no venía cómodo según me informaban
en el avituallamiento, pero conociéndolo sabía que tenía que ser muy fuerte el
dolor para que no finalizase, aunque aún quedaba un mundo, no habíamos mediado,
pero ahora él era el más importante.
Yo en el avituallamiento del km 45 tuve que detenerme,
tomarme un ibuprofeno y rociarme los cuádriceps y rodilla con crema
antinflamatoria, los dolores me decían que si terminaba iba a ser sufriendo y
así se lo comenté a Ángela.
Curiosamente el ritmo no decaía y el antinflamatorio hizo
efecto, los dolores remitieron en parte y pude continuar, e incluso los mejores
parciales fueron del km 55 al 65, ahí fue donde me convencí de que tenía que
terminar.
Manuel también iba sufriendo, los dolores le hacían no ir
cómodo en ningún momento, pero sabia lo que había entrenado hasta llegar aquí y
seguía avanzando, y su ritmo no era malo, por lo que las espadas estaban en
todo lo alto.
Por su parte Javi ya iba recortando distancia a Pedro con
parciales realmente buenos, sin duda denotaba que hoy iba a ser un gran día
para él.
Pedro no llevaba buena cara cuando me crucé con él en un
punto del circuito, iba dolorido, ahora eran también los cuádriceps y
abductores su preocupación, tanta que en el km 73 tuvo que parar andar.
Curiosamente y coincidiendo en un mismo lugar del circuito
Pedro con 73 kms, yo que le daba alcance con 68 kms y Manolo al que también
alcanzaba con 63 kms coincidimos dándonos esos ánimos para finalizar como
fuese, para eso habíamos entrenado, para eso habíamos venido, muchas horas,
muchos sacrificios, sabíamos que esto podía suceder y que había que tener mucha
cabeza y vencer las adversidades, por nosotros y por los que confiaban en
nosotros.
Sin duda fue un momento clave, y a partir de ahí supimos que
íbamos a terminar los 3, porque Javi no mostraba flaqueza y era la mejor baza,
el éxito había que lucharlo pero estaba más cerca.
Llegando al km 80 Javi sufre un pequeño desfallecimiento que
mitiga con el siguiente paso por el avituallamiento, sin duda también paso su
momento crítico pero supo vencerlo con tesón, pues estaba en puestos cabeceros
de la prueba, un grande entre los grandes.
Pedro tras andar muchos kilómetros volvía a correr, se había
recuperado, se embadurnó de Reflex y se alimentó, esto hizo que a partir del km
85 no parase hasta el final.
Manolo por su parte alternaba carrera con andar, no era su
día que tanto había preparado pero su tenacidad y poder de sufrimiento,
acompañado en varios kms por Manoli hacían que la meta estuviese más cerca.
Yo por mi parte y al igual que Manolo alternaba carrera con
metros andando si bien los parciales no aumentaban mucho, pero el dolor y la
fatiga estaban muy presentes, pero más fuerte era la ilusión por finalizar este
duro reto.
Pasadas las 3 y cuarto, con 8 horas 9’ 10” llegaba Javi, bandera en
mano, orgulloso de su debut en esta distancia, grandísima marca y gran 3º
puesto en veteranos M40, Begoña le estaba esperando con un abrazo final,
emoción y sentimientos a flor de piel, era el primero de la expedición, lo
había luchado, lo había pelado y lo consiguió, el esfuerzo trajo su recompensa
a este Bolañero, a esta gran persona.
Pedro Román no se haría esperar y con 8 horas 28’ y 15”
llegaba a meta también con la bandera de su pueblo, Jacin, le esperaba también
con gran abrazo final, sin duda había arriesgado y había sufrido, pero lo había
conseguido, nadie dijo que iba a ser fácil, era tercero de España en M35, con
dolores, con lesión incluida, otro logro más para este MARAVILLOSO atleta que
brilla por su sencillez.
Yo, un minuto antes de las 4 de la tarde cruzaba la tan
deseada línea final, emoción, mucha emoción, satisfacción y por supuesto
orgullo, esto iba por Ángela, ella me da fuerzas y me apoya en los momentos más
críticos, inexplicable el sentimiento final, había logrado bajar de las 9 horas,
8 horas 50’ y 10”, media de 5’18” el kilómetro, contento no, contentísimo.
Quedaba el mejor por llegar, el que tenía la mayor parte de
culpa de esta experiencia pero todos estábamos seguros que llegaría, unos
metros con él y una mirada y nos dijimos todo sin palabras.
Manolo llegó a meta, 9 horas 51’ 45”, no fue su día, pero
aunque no lo crea consiguió que todos nos viéramos reflejados en él, un
ejemplo, si señor. Manoli le esperaba, como no, recibiéndolo con un merecido
abrazo, había conseguido de nuevo completar 100 kms y aunque lejos de su marca
dio una lección de lucha y coraje, esfuerzo y tesón desde el día 1 de enero que
comenzaron los entrenamientos hasta las 5 de la tarde del día 15 de junio que
cruzó la meta.
No se pueden sacar mejores conclusiones, finalizamos los 4
que iniciamos la aventura, Javier consiguió ser 3º de España en M40 y Pedro
Román igual posición en M35, Manuel 7º en M50 igual que yo que logre esa 7ª
posición en M45, pero el premio mayor fue el conseguido por equipos, pues fuimos
los 3º de España en categoría absoluta, si bien fue una pena no haber podido
subir al podio a recoger nuestro trofeo y medallas, por una confusión de la
RFEA, pero sin duda lo tendremos y los celebraremos como se merece.
Éxito a nivel deportivo, pero mayor éxito a nivel personal,
satisfacción por los cuatro costados en el grupo, una experiencia que sin duda
marcará nuestras vidas y será difícil de olvidar, fue duro sí, pero lo
conseguimos, trabajo y esfuerzo salieron a relucir, y aunque no siempre sale cara
esta vez si fue así y con el paso de los días soy más consciente de la suerte
que he tenido de coincidir con estas personas y haber logrado con éxito mi
mayor reto personal deportivamente hablando.
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