Con el paso de las horas vamos asimilando lo acontecido este
fin de semana en Sevilla, cita marcada en rojo en el calendario, pues algún
tiempo atrás estaba previsto desplazarse junto a José Carlos Infante y Narciso
Arroyo, también nos acompañarían, como no podía ser de otra manera, nuestras
sufridoras, Jesu, Mª José y Ángela, en Sevilla acudíamos a completar un
maratón, si bien no era un maratón más, era volver a los inicios diez años
después, volver a donde debutamos Narciso y yo y donde debutaría José Carlos,
esperanza e ilusión puestas en este viaje que una vez realizado me da más alas
si cabe a seguir en este mundo, pues aunque las escusa es correr, se viven y
disfrutan momentos que nos hacen crecer como personas.
Con los deberes hechos y con una gran preparación llegaba a
la ciudad hispalense, en un estado de forma ideal para lograr una gran marca,
pero a veces, hay que sopesar lo que en
realidad merece la pena y el compromiso adquirido y las ganas de ver triunfar a
un amigo hicieron que este maratón se convirtiera en un verdadero deleite,
disfrutando de lo lindo, y con la seguridad que mereció la pena, sin duda uno
de mis mejores maratones de inicio a fin, amén de la marca que también fue expectacular.
José Carlos por su parte llegaba muy ilusionado a su debut, a
pesar de estar con gripe un par de semanas atrás que le mantuvo sin entrenar más
de 8 días, sin duda un hecho más que daba más valor al reto, su objetivo era
bajar en su debut de la mítica barrera de las 3 horas, algo al alcance de muy
pocos, pero una persona grande necesitaba un reto grande y José Carlos así se
le impuso, por supuesto, con sus miedos y sus dudas como cualquier hijo de vecino.
Narciso acudía a Sevilla con el objetivo de finalizar su
maratón número 13 disfrutando de la ciudad, yendo cómodo para lograr completar
un maratón más, con también problemas en su preparación, pues el gran Narciso también
estuvo algún tiempo sin entrenar por culpa de un lumbago que le hizo perderse
algunos entrenos importantes, pero su experiencia debía ser suficiente para
gestionar este hándicap.
El viaje comenzaba el sábado temprano, llegando a Sevilla
para la recogida del dorsal y visita a la feria del corredor, ir metiéndonos en
el ambiente, es un ritual casi ineludible antes de un maratón.
Coincidimos con varios conocidos y amigos de Manzanares, charlando del mono tema del
maratón como no podía ser de otra manera, también deseándonos ánimos y suerte,
algo que siempre es de agradecer pues los nervios empezaban a estar a flor de
piel.
Comida de la pasta ofrecida por la organización, una recarga
de carbohidratos que vendría bien para lo que nos venía en domingo, una
actividad que viene genial.
Tras aposentarnos en el centrico hotel, un paseo por Sevilla,
recorriendo sus principales monumentos, incluso nos dio tiempo a charla con la
inigualable Idoia Esnaola, que junto con sus amigos estuvimos manteniendo una amena conversacion y
disfrutando de su amistad una vez más.
Había que descansar pero también hacer turismo, así que la
tarde fue aprovechada hasta prácticamente las 11 de la noche que nos fuimos a
descansar, el domingo sería un día muy largo.
El despertador sonó muy temprano, había que desayunar y
posteriormente dirigirse a la salida, y aunque estábamos cerca no había tiempo
que perder, 14.000 personas son muchas y
se pueden juntar colas enormes.
Breve calentamiento y despedida de nuestras animadoras, últimos consejos y a colocarse en nuestros
respectivos cajones de salida para que a las 8:30h se diera el pistoletazo, en
el paseo de las Delicias, con gran amplitud para poder coger pronto el ritmo y
empezar marcando desde el inicio los primeros kilómetros al ritmo deseado.
Pasamos el primer parcial en el km 5 y el tiempo nos decía que
íbamos ya algo adelantados al objetivo pero las sensaciones eran muy buenas, José
Carlos iba muy cómodo y aunque quedaba un mundo yo intentaba marcar un ritmo
uniforme, era de lo que se trataba, el siguiente parcial en el km 10 seguíamos
a ritmo con un paso de 41’44”, más de 45” por delante de lo previsto, pero
seguíamos muy cómodos.
Ya habíamos pasado la zona menos animada del maratón y tras cruzar
el puente de los remedios llegamos de nuevo al paseo de las Delicias donde
estaban nuestras animadoras a las cuales se habían unido Manuel y Pedro que
también vinieron animar, sin duda una inyección de adrenalina, el paso por el
km 15 seguíamos clavando los parciales y el ritmo medio era de 4’09”, era obvio
que quedaba mucho pero José Carlos siempre me contestaba que iba genial por lo
que yo solo me dedicaba a marcarle el ritmo inicial, recuperando algo de tiempo
por si al final pesaban los kilómetros.
Media maratón, 1h27’53”, gran tiempo, sin duda bajar de los
180’ estaba más cerca, aunque la verdad el verdadero maratón comienza en el 32, yo iba
muy cómodo e intentaba que José Carlos también lo fuese, consultando en todo
momento, había que conservar fuerzas y el siguiente parcial en el km 25 nos decía
que el ritmo iba clavado al igual que en el paso por el km30, sin duda iba
siendo el maratón casi perfecto.
Quedaba lo mejor, el paso por el Estadio Villamarín vi que José
Carlos iba acusando los kilómetros aunque seguíamos con el ritmo clavado, de
nuevo vemos a nuestras animadoras, el paso por la plaza de España, y posterior
vista de Manuel y Pedro, José Carlos pasó esos kilómetros en volandas, eran los
kilómetros más duros, y ya estábamos casi en el 37, aquí José Carlos empezó a
tener problemas en su gemelo, había que tirar de casta y animarlo, él sabía que
quedaba poco para lograr el objetivo que tanto había soñado.
Últimos kilómetros, había que bajar algo el ritmo, poco,
pues José Carlos iba ya con algunos problemas, pero seguía luchando, yo no
paraba de animarle, sin duda íbamos a lograr algo que no estaba en nuestras
mejores previsiones un éxito, vemos a los nuestros con bandera en mano, y
últimos metros con la bandera de Membrilla ondeando y cruzando la línea de
meta, el tiempo final real 2h56’24” un debut increíble, una marca espectacular,
un maratón casi perfecto, un gran abrazo y ahora a disfrutar de lo logrado.
Narciso por su parte también hizo romper la banca a quien
hubiese o hubiésemos apostado que estaría en torno a las 3h30’, poco que decir
de este gran corredor y mejor persona, en un maratón de menos a más, corriendo
inteligentemente, en un día en que las sensaciones eran fenomenales, había que
regular y así lo hizo, pasando los primeros parciales casi 15 segundos de media
más lento, algo que le dio un resultado increíble para él.
Los kilómetros fueron cayendo y Narciso se iba encontrando
cada vez mejor, con buen ritmo hasta el km 30 que aumentó, sin duda muy
inteligentemente había reservado fuerzas, su experiencia le valió esta vez, si
bien al final arriesgó de más, pero es que Narciso siempre lo da todo y esta
vez no podía ser menos, incluso fue acompañado por Pedro y Manuel algunos
metros.
Llegada a meta con un tiempo que no se podía creer,
recordemos que Narciso corre siempre sin reloj, 3h17’53”, su segunda mejor
marca, casi 20 minutos menos que en su debut en esta misma ciudad hace 10 años,
su 13 maratón, sin duda espectacular.
Posteriormente y ya asimilando el éxito disfrutamos de una
gran comida y un paseo por la bonita ciudad de Sevilla, cerrando así un gran
fin de semana, grandísima compañía que hace que todo esto merezca la pena, sin
cerrar esta crónica agradeciendo una vez más a nuestras sufridoras que sin
ellas esto sería imposible.
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